El sujeto fue condenado a 7 años de penitenciaría e incluye la suspensión del ejercicio de la patria potestad, la inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas y privadas en el área de la educación o salud, la reparación patrimonial para la víctima por un monto equivalente a doce salarios mínimos, así como la inscripción al Registro Nacional de Abusadores Sexuales.
La Fiscalía Especializada en Género de 1° turno de San Carlos, a cargo de las fiscales Fiorella Marzano, Gabriela Carrancio, Adriana Mastroianni y Andrea Techera, logró la condena mediante juicio abreviado, de un hombre que abusaba sexualmente de la hija de su pareja desde que tenía 7 años.
El depravado sexual, de iniciales A.M.J.M., fue penado con 7 años de penitenciaría, por la comisión de reiterados delitos de atentado violento al pudor agravados en reiteración real, con reiterados delitos de abuso sexual agravados. Intervino el Juzgado Especializado de 1° turno de la ciudad de San Carlos.
Se animó a hablar
El jueves 24 de octubre del año pasado (hace más de un año), la víctima, una adolescente de 15 años, se animó a relevarle a una adscripta del liceo al que concurre, que la pareja de su madre había abusado sexualmente de ella, por lo que desde el centro educativo no se dudó un instante en radicar la denuncia ante la Policía.
De la posterior investigación, liderada por la Fiscalía actuante, surgió que los abusos sexuales comenzaron cuando la víctima tenía 7 años, luego de que A.M.J.M. iniciara una relación afectiva con su madre. Surgieron también detalles de los abusos a los que fue sometida la hoy adolescente.
Los mimos fueron escalando en intensidad y aumentando en frecuencia. Como suele ocurrir en estos casos, la niña se resistía, pero se sentía en riesgo, intimidada y amenazada por el sujeto. Así, el hombre perpetró los abusos durante años, incluyendo tocamientos en las zonas íntimas de la niña, sexo oral e intentos de penetración genital.
Esto último se concretó cuando la víctima tenía 14 años y fue presa de un nuevo episodio abusivo. De la investigación se desprende que esa vez estaba durmiendo y se despertó semidesnuda y con dolor en la zona genital sin recordar lo que había sucedido. Pasó algún tiempo hasta que pudo contar lo que ocurría.
La Fiscalía dispuso pericia forense y psicológica para la víctima, cuyos informes fueron integrados en la investigación, junto a declaraciones de testigos e historia clínica de la menor. Además de la pena impuesta de 7 años de penitenciaría, sobre A.M.J.M. recayeron otras medidas previstas para esos casos.
Se le impuso la suspensión para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o tenencia de niñas, niños o adolescentes o personas con discapacidad y personas mayores en situación de dependencia, así como la inhabilitación para ejercer funciones públicas o privadas en el área educativa y de la salud.
La misma inhabilitación le cabe para desempeñarse en funciones que impliquen trato directo con niñas, niños y adolescentes, personas con discapacidad y personas mayores en situación de dependencia. También se dispuso una reparación patrimonial para la víctima por un monto equivalente a 12 ingresos mensuales del condenado, o en su defecto 12 salarios mínimos y la inscripción en el Registro de Abusadores y Violadores.