A fines del mes de marzo del año pasado una mujer denunció en la seccional policial 11ª de Piriápolis, que por error había realizado varias transferencias de fuertes sumas de dinero, aunque pudo identificar a la persona que las había recibido, quien se negó a realizar la devolución a pesar de las pruebas de lo ocurrido.
La denunciante expresó que desde su cuenta bancaria hacia otra cuenta, el 17 de febrero de 2024 realizó una transferencia de $ 149.772, y cuatro días después otra por $ 206.500. Al no percatarse del error que estaba cometiendo, hizo una nueva transferencia el 25 de marzo por la misma suma de dinero que la segunda vez.
Posteriormente, al lograr contactarse con quien debía ser el verdadero destinatario de las transferencias, se dio cuenta de que las había realizado erróneamente procurando que se revirtiera la situación. Dijo que al comunicarse con la persona que las había recibido, una mujer de 60 años, recibió una respuesta inesperada.
Si bien admitió que había recibido el dinero, dijo que no podía devolvérselo, argumentando que ya había gastado el monto de la primera transferencia, aunque se comprometió a reembolsarle $ 100.000, lo que finalmente no hizo. La Policía comenzó a investigar el caso y la Fiscalía de 2° turno ordenó algunas citaciones.
Sin embargo, no hubo noticias del caso hasta los últimos días (un año después). Este miércoles 23 de abril, se recibió oficio en la comisaría de Piriápolis, dando cuenta que la mujer que recibió las transferencias por error y no devolvió el dinero, B.N.P., fue condenada y penada con una serie de medidas sustitutivas.
En la sede Penal de 4° turno, fue imputada como autora de un delito de apropiación de cosa perdida, de tesoro, o de cosas habidas por error o caso fortuito, y penada con el pago de 400 UR (casi $ 728.000) a la damnificada, en tanto durante 40 días deberá permanecer en arresto domiciliario total.