El rastreador que el violento sujeto se había quitado.El particular caso comenzó a gestarse en mayo del año pasado, pero entre aquel mes y este jueves 10 de julio -hace más de un año-, incumplió varias veces las medidas que le impusieron sin haber sido nunca sometido a la Justicia. Ahora directamente se quitó la tobillera electrónica que portaba.

 

El viernes 4 de mayo del año pasado, se había registrado un problema familiar en una casa ubicada sobre calle Agapito Parabera, en el barrio Maldonado Nuevo, a la que concurrió personal de la Guardia Republicana que se entrevistó con una mujer, la que denunció a su pareja por haberla agredido físicamente.

La víctima de la agresión presentaba raspones y un golpe en un pómulo por lo que fue conducida a un centro de salud para ser asistida y diagnosticada. Luego la trasladaron a la Comisaría Especializada en Violencia Doméstica y Género (CEDG) de Maldonado, donde radicó la denuncia correspondiente.

En aquel entonces, hace más de un año, el Juez actuante le impuso al agresor medidas cautelares, incluyendo la prohibición de acercamiento y comunicación con la víctima, y la portación de un dispositivo de monitoreo electrónico, todo por 180 días, las que posteriormente se ampliaron al vencer el plazo.

El caso judicialmente no avanzó hasta que el miércoles 19 de marzo de este año en horas de la mañana, se recibió un llamado en el 9-1-1, informando que en una vivienda ubicada en la calle principal del asentamiento Los Eucaliptos, había un hombre en actitud muy agresiva con una mujer que era expareja.

Inmediatamente concurrió al lugar personal de la Unidad de Respuesta Policial Móvil (URPM) y del Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO) de la Zona Operacional 2, entrevistando a la víctima, quien aclaró que no había sido agredida físicamente pero si amenazada e insultada.

Aunque la información sobre el caso es muy escueta, todo indica que la mujer era la misma que había sido golpeada hace más de un año en la vivienda de Maldonado Nuevo, y que el agresor era precisamente el mismo sujeto que ya contaba con medidas. Del caso se informó a la Justicia Especializada de San Carlos.

Sobre el agresor nuevamente recayó la prohibición de acercamiento y comunicación con la víctima pero además le colocaron tobillera electrónica por otros 180 días. Sin embargo, desde el mes de junio el DIMOE constató que en varias ocasiones el sujeto había ingresado a la zona de exclusión.

Siempre fue intervenido por la Policía que lo notificó sobre el incumplimiento de la medida, pero sin que la Justicia se expidiera definitivamente sobre el caso, hasta que el miércoles 9 de julio en la madrugada, se detectó que el individuo se habría “alejado” del dispositivo, es decir que se lo había quitado.

Personal de la URPM de Zona 2 fue hasta el lugar de origen de la señal, encontrando a la altura de calles Zoilo Saldombide y Francisco Martínez, en el límite de los barrios Las Cooperativas y San Antonio, el rastreador tirado en la vía pública Poco después ubicaron al violento sujeto y lo trasladaron a la seccional 1ª.

Se enteró a la Fiscal Especializada de 1° turno de San Carlos, que ordenó varias actuaciones y la conducción del detenido a su sede. Este jueves 10 de julio, finalmente compareció en el Juzgado Especializado de 4° turno de esa ciudad, donde terminó condenado y penado.

El sujeto, de 36 años, fue imputado como autor penalmente responsable de un delito de violencia doméstica agravado en concurso formal, con un delito de lesiones personales, siendo penado con 9 meses de prisión y una reparación patrimonial para la víctima por un monto equivalente a 12 salarios mínimos.

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