Dos individuos fueron procesados por el delito de receptación: uno por haber vendido una moto robada y el otro por comprarla. Lo increíble es que el vendedor ya estaba en la cárcel por la comisión de otro delito.
El 10 de agosto pasado, un hombre de 57 años de edad, había denunciado en la seccional policial 1ª de la ciudad de Maldonado, el robo de su moto Yumbo 70c.c., modelo Eco, del estacionamiento de un supermercado de la avenida Lussich.
Dos días atrás, en circunstancias que un móvil de la Brigada de Hurtos de la citada comisaría realizaba patrullajes en horas de la noche, vio circulando una moto idéntica a la robada, por lo cual procedió a identificar a los dos jóvenes que la ocupaban.
Los ocupantes insistieron en que un amigo se las había prestado, por lo que, y ante la excusa muchas veces empleada, fueron trasladados detenidos junto al bi rodado a dependencias policiales. En la comisaría reiteraron la versión y dijeron quien se las había prestado.
Tras esto, salieron tras A.N.V.B., un joven de 22 años que efectivamente reconoció que la moto Yumbo era suya y que se la había prestado a los detenidos. Dijo que recientemente se la había comprado a Luis Fernando Acosta Acosta, quien se encuentra en prisión.
Puesto en conocimiento de las actuaciones el Juez Penal de 2° Turno, dispuso la liberación de los dos muchachos detenidos a bordo de la moto, y que fueran llevados a su despacho el presunto comprador y el interno de la cárcel de Las Rosas.
Tras los interrogatorios, el magistrado dispuso el procesamiento sin prisión de A.N.V.B. imputado por un delito de receptación. Como medida sustitutiva, deberá cumplir prisión domiciliaria en horario nocturno, por el término de 60 días.
En cuanto al recluso Luis Fernando Acosta Acosta, fue procesado con prisión por un delito de receptación agravada “al haberse recibido el efecto para su venta”. Cuando cumpla la condena por la que se encontraba en prisión, pagará por esta segunda causa.