Un hombre de 35 años, viajó desde Montevideo a Piriápolis, para incendiar un chalet en el Cerro San Antonio, propiedad del padre de su ex novia, como venganza por haberlo abandonado. Lo procesaron sin prisión por un delito de incendio.
Sobre la hora 2.00 del 16 de setiembre pasado, la Policía de Piriápolis tomó conocimiento de un principio de incendio que se desató en un chalet de dos plantas -de madera y piedra- ubicado en la calle Uruguay, acceso a la cumbre del Cerro San Antonio.
Cuando la Policía y los Bomberos llegaron al lugar, comprobaron que había tomado fuego la planta superior del chalet, cuyos moradores no se encontraban allí, por lo cual se realizaron luego de ser controladas las llamas, los peritajes de rigor.
Posteriormente se ubicó al propietario del chalet, un hombre que reside en Montevideo y tiene esta construcción para descansar los fines de semana. Las pericias de Bomberos y Policía Científica, probaron que el fuego se inició en el porche de madera del primer piso.
Pero además, se encontraron en un terreno lindero, dos bidones de plástico, uno de ellos con restos de combustible, por lo cual todas las investigaciones apuntaron a un atentado por causas que en principio se desconocían, hasta que se ataron otros cabos.
En el marco de una serie de indagatorias, se sospechó que el autor pudiera haber sido Adrián Alfredo Maneiro Pasini, de 35 años de edad, un individuo de Montevideo y poseedor de antecedentes penales, quien había mantenido un vínculo sentimental con una de las hijas del dueño del chalet.
La mujer aportó algunos datos y confirmó que ella había decidido terminar esa relación, por lo cual se pidió apoyo a la Policía de Montevideo para ubicar a Maneiro Pasini, y citarlo para concurrir a Piriápolis para ser indagado en torno al hecho.
Todo a pie
Días atrás Maneiro se presentó voluntariamente en dependencias de la seccional 11ª y tras los primeros interrogatorios, en carácter de sospechoso, quedó detenido. Reconoció ser el autor del atentado y contó detalles de cómo lo llevó a cabo.
Confesó que el lunes 15 de setiembre llegó en ómnibus a Piriápolis, y que tras dar algunas vueltas y tomar abundante alcohol, pensó en incendiarle el chalet a su ex suegro, como venganza porque una de sus hijas lo había dejado.
Decidió ir a un conocido supermercado de avenida Piria y calle Reconquista, donde adquirió 6 litros de queroseno y fósforos, y luego algunos litros de nafta en una estación de servicios de la ciudad. Desde allí subió el primer anillo del cerro y consumó el atentado.
Eso ocurrió la madrugada del 16 de setiembre. Tras huir del lugar, se fue caminando atravesando toda la rambla de Piriápolis, y llegando a pie por Ruta 10 a balneario Solís, donde finalmente tomó un ómnibus para retornar a la capital.
Llevado ante la justicia, el titular del juzgado penal de 2° turno, decidió procesarlo sin prisión bajo caución juratoria, por un delito de incendio. Como medida sustitutiva, deberá cumplir arresto de fin de semana en la seccional 8ª de Montevideo, por el lapso de 90 días.