El delincuente de 66 años que el martes protagonizó una serie impactante de hechos delictivos junto a un compinche que se mantiene prófugo, fue procesado con prisión por dos delitos de rapiña con privación de libertad, y por un delito de atentado agravado. Trece años atrás integraba una banda de falsos policías, y fue atrapado en un copamiento.
Roberto Santana Carballo, de 66 años de edad, es el delincuente que viéndose rodeado en las sierras cercanas a pueblo Edén, decidió dispararse a sí mismo en el mentón, con el objetivo de provocarse una herida leve que obligara a la Policía a trasladarlo a un centro asistencial.
Habilidoso como pocos, Roberto Santana apenas se rozó el mentón, lo que le fue suficiente para fingir estar casi sin conocimiento y ser llevado urgente al hospital de la ciudad de San Carlos donde se confirmó que la herida no revestía ninguna gravedad. Su objetivo era escaparse.
Ya en manos de la Policía, durante los interrogatorios contó todos los detalles de los ilícitos cometidos a partir del momento que secuestran a un Policía de la seccional 5ª de balneario Solís y le roban el móvil. También “quemó” a su compinche que aún se mantiene prófugo.
El Juez Penal de 2° Turno de Maldonado, este miércoles a la mañana procesó con prisión a Roberto Santana Carballo, como autor de dos delitos de rapiña con privación de libertad (copamiento), y por un delito de atentado agravado en régimen de reiteración real.
Aquel mayo
En el mes de mayo del año 2003, la Policía de Canelones desbarató una banda que se valía de falsos uniformes policiales para consumar sus atracos. El último caso por el que se buscaba a varios delincuentes, ocurrió el 5 de abril de aquel año en un establecimiento ubicado en el kilómetro 41 de Ruta 34, Salinas.
Ese día, personal de la seccional 22ª concurrió al lugar ante un alerta sobre un copamiento en proceso. Al llegar advirtieron la presencia de tres personas, dos de ellas vestidas como policías. El enfrentamiento se produjo cuando los verdaderos agentes quisieron saber quienes eran sus camaradas.
Allí se supo que eran delincuentes disfrazados, lo que desató la reacción de los policías que lograron detener a uno de ellos luego de un intercambio de disparos. Se trataba de Juan José González Ocampo, de 56 años, quien fue a la cárcel imputado por “rapiña con privación de libertad en grado de tentativa”.
Este individuo, poseedor de varios antecedentes, había regresado desde Argentina días antes, acompañado por otro uruguayo Santana Carballo. Ambos se asociaron con un tercero y decidieron reincidir en el delito, planeando su primer atraco para el 5 de abril en el establecimiento de la Ruta 34.
El objetivo de la flamante banda era desvalijar la propiedad, para lo cual habían maniatado a una silla al sereno, de 75 años de edad, a quien también amordazaron. Sin embargo, la rápida llegada de los efectivos de la seccional 22ª frustró sus planes.
Finalmente, fueron detenidos y procesados con prisión los otros dos individuos integrantes de la banda. Eran José Luis Risotto González, de 44 años de edad, y Roberto Santana Carballo, quien por entonces tenía 53 años y un frondoso prontuario.
Santana Carballo, el mismo que andaba en bicicleta por balneario Solís; luego secuestró a un Policía y le robó su móvil y finalmente hizo lo mismo con una mujer y su camioneta, estaba requerido por la Justicia argentina por delitos cometidos en el vecino país.