Un joven de 19 años, poseedor de varios antecedentes, fue atrapado por los encargados de una panadería del barrio Kennedy, poco después de haber robado $ 2.700. No es la primera vez que roba en el barrio, ya que lo había hecho en perjuicio de varios vecinos y de la propia capilla del lugar.

La Jueza Penal de 4° turno, envió a la cárcel a Héctor Gustavo Ramos Telez, de 19 años, como autor de 3 delitos de hurto (2 de ellos especialmente agravados por la penetración domiciliaria), y un delito de rapiña impropia en grado de tentativa, con un delito de lesiones personales.

El pasado viernes 15, un móvil de la URPM fue despachado al barrio Kennedy, a la altura de calle Trinidad, entre Rivera y Colonia, donde en el interior de una panadería se había realizado el arresto ciudadano de un conocido ladrón de esa zona.

El personal policial se hizo cargo de quien fue identificado como Ramos Telez, y tras recabar datos de lo sucedido lo llevó detenido. Los encargados de la panadería lo habían sorprendido detrás del mostrador, segundos después de haber sustraído de la caja, la suma de $ 2.700.

En dependencias policiales, admitió además haber robado a un vecino del barrio Kennedy, y ser el autor de una rapiña en la misma zona. En ambos casos había sido plenamente reconocido por las víctimas así como por testigos que lo vieron huir de las escenas de los hechos.

Sin límites

Este joven, a comienzos del mes de junio del año pasado, con 18 años, fue enviado a la cárcel por primera vez, tras ser atrapado por personal de la sub comisaría de San Rafael. Estaba requerido por la autoría de varios robos en perjuicio de vecinos del barrio.

Además, durante varios controles para confirmar si estaba cumpliendo la medida sustitutiva que le había aplicado la Justicia (debía guardar arresto domiciliario por un reciente procesamiento), se confirmó que permanentemente salía de su casa a perpetrar distintos ilícitos.

Aunque se desacató e intentó agredir a los efectivos actuantes, fue reducido y trasladado a dependencias policiales donde terminó admitiendo que le había robado una caja de herramientas a un vecino; también confesó haber robado anteriormente la capilla del barrio Kennedy.