(ÚLTIMA INFORMACIÓN – Domingo 9 - H. 7.30) Aunque estaba procesado desde febrero de 2015 por los mismos delitos, su estado de salud llevó a que la Justicia le diera el beneficio de la prisión domiciliaria. En su lujoso penthouse, continuó con los abusos pero todo se precipitó cuando quiso “manosear” a un chico que le propinó una brutal paliza y le robó unas botellas de vino.

Este sábado, Raúl Diego Péndola Pilotti, argentino de 81 años de edad, solicitó la presencia policial porque había sido agredido y robado por dos jóvenes. Este individuo, por razones de salud estaba cumpliendo prisión domiciliaria desde junio en un lujoso edificio de la avenida Roosevelt de Punta del Este.

Péndola Pilotti, había sido enviado a prisión a comienzos del año 2015, por el delito de retribución o promesa de retribución a personas menores de edad, luego que se probara que pagaba a adolescentes de Maldonado por mantener encuentros íntimos con él.

Esta vez, según información que obra en poder de MaldonadoNoticias, Péndola había “contactado” a una adolescente de 16 años la que ya había sido su víctima anteriormente. La invitó a su apartamento y le pidió que fuera acompañada por algún “amigo” porque necesitaba hacer unas reformas.

La adolescente concurrió al apartamento del octogenario, acompañada por un primo de 17 años, el que no imaginaba las verdaderas intenciones del pederasta, hasta que éste las manifestó con distintas actitudes que el chico no soportó generándose un violento incidente.

El octogenario intentó “manosear” al adolescente, y éste reaccionó violentamente, propinándole una feroz golpiza que le provocó diversas lesiones en el rostro. Tras ello, el menor y su prima se fueron del penthouse, todo lo que quedó registrado en las cámaras de seguridad de la torre.

Para la Justicia los adolescentes E.F.S.B. y C.D.P.B., cometieron “una infracción gravísima de rapiña” en concurso formal con “una infracción grave de lesiones graves”, por lo cual dispuso su internación por 90 días en dependencias del SIRPA, en tanto avanza el proceso como adolescentes infractores.

Al retirarse la chica y su primo, se llevaron algunas botellas de vino, las que fueron encontradas luego por la Policía en la casa de éstos. El pederasta dio otra versión y dijo que encontrándose con ambos en su penthouse, lo amenazaron con un arma blanca exigiéndole dinero.

Cuando Raúl Diego Péndola radicó la denuncia policial, el caso pasó inmediatamente a la órbita de Investigaciones del Distrito 2, cuyo personal inició las indagatorias correspondientes teniendo en cuenta la situación del octogenario que cumplía prisión domiciliaria por razones de salud.

Con una serie de elementos y filmaciones de las cámaras de seguridad del edificio, la Policía pudo llegar a los acusados de la agresión. A partir de allí se pudo confirmar realmente lo que había ocurrido: el adolescente no negó haberlo agredido pero dijo en que contexto.

En las últimas horas de la tarde del sábado, Péndola fue llevado ante la Justicia, así como los dos adolescentes involucrados, acompañados por sus padres y abogados. La audiencia concluyó sobre la 1.30 de este domingo con la imputación a los menores y el nuevo procesamiento del octogenario.

El Juez Penal de 2° Turno, le imputó “reiterados delitos de retribución o promesa de retribución a menores de edad para ejercer actos sexuales o eróticos de cualquier tipo”. Como su estado de salud no le permite estar en la cárcel, seguirá con prisión domiciliaria en el mismo penthouse donde ocurrieron estos hechos.

Reincidente

El depravado, de alto poder adquisitivo y ex dueño de compañías de seguro en Argentina, el viernes 13 de febrero de 2015 fue remitido a la cárcel, imputado por un delito de “retribución o promesa de retribución a personas menores de edad, o incapaces para que ejecuten actos sexuales o eróticos de cualquier tipo”.

Como ahora, tentaba a menores de edad con distintas formas de retribución, para mantener relaciones sexuales. Dos adolescentes fueron la punta de la madeja, para comprobar que Péndola Pilotti hacía mucho tiempo seducía a menores con viajes, teléfonos celulares y recargas, y prendas de vestir entre otras cosas.

Una de ellas, de 15 años, llegó a viajar a Buenos Aires con él, contando incluso con la autorización correspondiente de sus padres. Otra joven mayor, confesó que años atrás también mantuvo el mismo tipo de relación con este hombre que las alojaba por días en su chalet.

Durante el allanamiento a su casa, ubicada cerca de la terminal de ómnibus de Maldonado, se encontraron anotaciones con nombres y teléfonos de todas sus víctimas y de otras chicas que se estima en algún momento, tentadas por sus ofrecimientos, estuvieron en su casa.

En la finca, también había una serie de prendas de vestir de procedencia argentina que tendrían como destino a algunas de sus víctimas. También fue encontrado un accesorio de estimulación que utilizaba durante sus encuentros con las chicas que iban a su propia casa.

Es un hombre de un nivel económico holgado por lo que transcurría sus días entre su casa en Maldonado y Buenos Aires; en la vecina orilla se retiró años atrás de sus actividades como propietario de compañías de seguro. En cada viaje al vecino país retornaba con regalos para sus víctimas.

Es viudo y vivía solo, y aunque nunca antes había sido denunciado, a comienzos de 2015 surgieron testimonios que confirmaron el permanente movimiento que se generaba en su casa, con chicas que entraban y salían a distintas horas del día. Todo quedó al descubierto cuando denunció a una chica por haberlo robado.

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