Un joven de 27 años, muy conocido en Maldonado por su actitud siempre amenazante y por protagonizar actos reñidos con la moral en infinidad de oportunidades, fue nuevamente a prisión por un delito de ultraje público al pudor. A mediados de junio de éste año había sido encarcelado, pero al mes siguiente logró la libertad provisional.
Daniel Matías Tabeira González, de 27 años de edad, es muy conocido por haber sido intervenido por la Policía en infinidad de oportunidades a lo largo del tiempo, fundamentalmente por protagonizar actos violentos o reñidos con la moral en plena vía pública.
En múltiples ocasiones se apostaba en semáforos de distintos puntos de la ciudad de Maldonado a solicitar “unas monedas”. Pero si la respuesta era negativa y si quienes iban al volante eran mujeres, no dudaba en bajarse los pantalones y mostrar sus genitales e incluso masturbarse.
En esta ocasión su actitud no fue diferente, por lo cual el Juez Penal de 2º Turno de Maldonado, envió a la cárcel a Daniel Matías Tabeira González, por la presunta comisión de un delito de ultraje publico al pudor. Esta vez insultó a una vecina a la que además le exhibió los genitales.
La denunciante estaba en su comercio cuando se produjo el incidente que, según dijo a la Policía no había sido aislado, ya que otras personas habrían atravesado por situaciones similares. Fue detenido el pasado lunes 5 en avenida Aiguá y boulevard Artigas donde practicaba mendicidad abusiva.
Muchas veces
A mediados de junio de éste año, Daniel Matías Tabeira fue imputado por el delito de violencia privada. Resultó detenido cerca de la terminal de Maldonado luego que se alertara al 911 que, en inmediaciones de calles Suiza y Acuña de Figueroa, exigía dinero e insultaba a los transeúntes.
También una mujer radicó denuncia en su contra ya que la siguió por varias cuadras, insultándola y propasándose con ella. La víctima agregó que la misma conducta vio que era ejercida contra otras mujeres y algunas jóvenes estudiantes. La justicia dictaminó su envío a prisión.
El 22 de julio, le concedieron la libertad condicional, pero queda claro que en ningún momento se apartó de sus actitudes que se remontan a varios años atrás. En diciembre de 2014, por ejemplo, fue a prisión por desacato tras amenazar a un efectivo de la Policía Comunitaria.
El agente se encontraba en las calles Román Guerra y Treinta y Tres, de la capital departamental, cuando se le acercó una mujer por un incidente que había tenido con éste individuo. Resultó que otras personas habían padecido lo mismo poco antes, por lo cual el efectivo intervino.
Cuando el funcionario de la Policía Comunitaria intentó detenerlo, lo amenazó de muerte, advirtiéndole reiteradamente que no se metiera con él; finalmente fue detenido, denunciado por el efectivo, y enviado a la cárcel por disposición de la Jueza Penal de 4° Turno.