La Jueza Penal de 4° Turno de Maldonado, doctora Adriana Morosini, procesó la tarde de éste viernes a la madre de Sofía Hernández (18) fallecida en un trágico siniestro de tránsito en abril de 2015, así como a su padrastro, por un delito continuado de violencia privada agravada por la pluriparticipación.
En el caso de la madre de Sofía, el procesamiento es en calidad de autora, en tanto que en el de su pareja es por la coparticipación. La pareja, fue denunciada por F.R.P., el hombre señalado como responsable del choque que se llevó la vida de la joven la noche del 28 de abril de 2015.
El acusado, era la pareja de Sofía pero además había sido su profesor de vela en una reconocida institución de Punta del Este. Y si bien en otra sede penal de Maldonado se sustancia su presunta responsabilidad en lo ocurrido, en 4° Turno él radicó una demanda por daños y perjuicios.
“En la jornada de hoy hemos sido procesados sin prisión mi marido y yo por el delito de violencia privada. La Jueza Adriana Morosini dio lugar al pedido del fiscal Rodrigo Morosoli en la configuración de este delito”, escribió en su cuenta de Facebook la madre de Sofía.
“Como dijimos anteriormente mi marido y yo si este es el precio que tenemos que pagar por defender la memoria de nuestra sofita lo aceptamos. Ya nuestros abogados están preparando la apelación del fallo”, agregó con desazón la madre de la chica fallecida hace poco menos de dos años.
Largo reclamo
En marzo del año pasado, se presentó ante la Sede Penal de 10° Turno de Maldonado, el pedido de investigación de la confusa muerte de Sofía Hernández (18), ocurrida durante un siniestro de tránsito la noche del 28 de abril de 2015. Su familia asegura que era acosada por su pareja y ex profesor de vela.
La presentación estuvo a cargo de los abogados Víctor Della Valle y Alejandro Balbi, quienes a lo largo del tiempo han trabajado para la familia de Sofía, en procura de obtener elementos probatorios de que el terrible accidente protagonizado por la joven, fue provocado.
La familia de Sofía, se encargó de reunir infinidad de elementos probatorios y encargó análisis científicos de aparatos de la chica, como su teléfono celular, donde constaría que poco antes del mortal choque, había sido acosada por un hombre con el que mantenía una relación sentimental.
Ese hombre, señalado como responsable de lo ocurrido, fue durante mucho tiempo su profesor de vela en una reconocida institución de Punta del Este, la que también está acusada por la familia. La relación con Sofía, según la familia, se inició cuando ella era menor y alumna de la institución.
Según varios elementos probatorios surgidos durante la investigación privada, la noche del trágico desenlace, Sofía se encontraba en un asado con amigos y habría sido acosada por este hombre, con el que incluso iría discutiendo por teléfono cuando se produjo el choque.
Otros elementos, podrían indicar además, que el acusado se desplazaría detrás del coche de Sofía, en momentos que perdió el dominio del volante de su automóvil en la avenida Del Cabildo, a muy pocos metros de la avenida Roosevelt, en el barrio Nuevo Cantegril.
Precisamente en la sede Penal de 10° Turno de Maldonado, a cuyo frente se encuentra el doctor Marcelo Souto, se cumplirán instancias que pueden ser definitorias en este caso, en los primeros días del mes de marzo. Allí comparecerán todas las partes y habría resolución.
Aquella noche
El siniestro de tránsito ocurrió sobre la hora 23.00 del martes 28 de abril del año 2015, y conmovió a todo el barrio Nuevo Cantegril, ya que varios vecinos escucharon a una distancia considerable, en casos el ruido de una violenta frenada, y en otros el del impacto del coche contra un árbol.
El vehículo, un moderno Peugeot 308 de color blanco, empadronado en Punta del Este con la placa B 578 075, se desplazaba de Sur a Norte cuando por causas que se desconocen, viró hacia el cantero central de la citada avenida chocando todo su lateral derecho contra un árbol.
El impacto fue de tal magnitud, que el paragolpes delantero del coche quedó tirado a unos 30 metros de distancia, y una de las ópticas a 50 metros del lugar del choque, al igual que otras piezas del rodado que conducía Sofía que quedaron diseminadas en todo el entorno.
Unos quince metros antes del impacto, quedaron estampadas claramente en el pavimento las marcas de la frenada, cuando el vehículo ya viraba hacia su izquierda, lo que permite pensar que la conductora ya había perdido el dominio del volante.
La única ocupante del vehículo, una joven de 18 años que más tarde se confirmó era Sofía Hernández Gutiérrez, fue rescatada de entre los hierros retorcidos con gravísimas lesiones que, unos diez minutos más tarde desembocaron en su muerte cuando era asistida en un nosocomio de Maldonado.