El individuo de 22 años que el viernes, en las primeras horas de la mañana, estuvo a punto de asesinar a un taximetrista, al que le provocó varias heridas de arma blanca para llevarle apenas unos $ 1.000, acorralado por la Policía decidió entregarse y ya está en la cárcel. Actuó bajo los efectos del alcohol y las drogas.

La Jueza Penal de 4° Turno de Maldonado, envió a la cárcel a José Ignacio Bonilla Magno, de 22 años de edad, como autor de un delito de rapiña especialmente agravada por el uso de arma en concurrencia fuera de la reiteración, con un delito de lesiones personales especialmente agravado.

El joven delincuente, que fue protagonista de un insólito episodio en 2015 dentro de un Juzgado, donde robó a la abogada que lo defendía por otro delito, sobre la hora 6.00 del viernes último, se presentó ante el destacamento policial de Cerro Pelado para que le llamaran un taxi.

La parada de taxímetros está ubicada a pocos metros de la entrada a la dependencia policial, por lo que en muchas ocasiones algunos vecinos piden el servicio desde allí ya que no siempre están las unidades en ese lugar, aunque están a la orden vía telefónica.

Con un grado de inconsciencia absoluta y sin pensar que sería fácilmente ubicable porque mucha gente lo conoce, José Ignacio Bonilla Magno solicitó el servicio. Solamente unos minutos más tarde, dentro de la unidad pidió al obrero del volante que lo trasladara a la policlínica del barrio.

A pocas cuadras, extrajo un arma blanca y comenzó a atacar al trabajador, provocándole una serie de cortes. Aunque el taximetrista le entregó el dinero que tenía, unos $ 1.000, el delincuente casi fuera de sí por efecto del alcohol y las drogas que había consumido, lo siguió atacando.

Mientras el delincuente bajó del taxi y huyó del lugar a pie, el trabajador se trasladó por sus propios medios a un centro asistencial de Maldonado donde, fue asistido por las heridas recibidas e informó al dueño del coche y a la Policía sobre lo que había ocurrido.

Pocas horas más tarde, personal de Investigaciones del Distrito 2 pudo establecer en base a testimonios de testigos, quien había sido el autor. Aunque durante toda la jornada lo estuvieron buscando, incluso en su domicilio del propio barrio Cerro Pelado, no pudo ser ubicado.

Consciente de la gravedad del ataque que había perpetrado y sabiéndose buscado por toda la Policía, José Ignacio Bonilla Magno, decidió el sábado presentarse voluntariamente ante la seccional policial 1ª del centro fernandino, de donde fue derivado a Investigaciones.

Insólito

En octubre de 2015, José Ignacio Bonilla Magno fue protagonista de un hecho insólito que fue noticia a nivel nacional por sus características: no solo robó dentro de un Juzgado Penal de Maldonado, sino que la víctima fue la propia abogada que lo estaba asistiendo por otro caso.

El particular hurto ocurrió dentro de la sede Penal de 2° Turno, desde donde se requirió la presencia policial por el robo del teléfono celular de una abogada que estaba asistiendo a Bonilla Magno en una audiencia. Personal de Investigaciones entrevistó a la víctima y a su cliente.

Bonilla por algunos minutos había quedado solo en una habitación, donde estaban distintas pertenencias de su abogada. Nada indicaba que alguien pudiera haber ingresado a ese lugar sin ser visto, por lo cual todas las miradas se centraron en el joven que por entonces tenía 20 años.

Tras admitir el robo, dijo que ya había vendido el teléfono a un vecino menor de edad. Finalmente fue procesado con prisión, imputado por un delito de hurto especialmente agravado por haberse cometido en un establecimiento público, en este caso nada menos que en un juzgado.

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