(ÚLTIMA INFORMACIÓN - H. 14.15) Los execrables individuos de 28 y 30 años de edad, violaron a una joven de 18 años la madrugada del domingo último, en lugar de llevarla a su casa en Punta del Este como se les había ordenado. Adujeron que la chica los provocó, aunque en lugar de llevarla a su casa, se dirigieron a una zona boscosa y tranquila de Maldonado donde la sometieron sexualmente.
El mediodía de éste viernes, la Jueza Penal de 4° Turno de Maldonado, dispuso el procesamiento con prisión de los dos efectivos policiales de la URPM del Distrito 2 de la Policía de Maldonado, que el domingo último en horas de la madrugada violaron a una joven de 18 años.
Se trata de C.M.T.D.S., de 30 años de edad, imputado por la presunta comisión de dos delitos de violación en régimen de reiteración real, y de A.I.Ñ.S., de 28 años, imputado por la comisión de un delito de violación en reiteración real con un delito de atentado violento al pudor.
Todo comenzó la madrugada del domingo 16 de julio, cuando se recibió un llamado en el servicio telefónico de emergencias 911, por parte del guardia de seguridad de un centro educativo de la zona del barrio Cantegril, ya que una joven en aparente estado de ebriedad pedía ser llevada a su casa.
En ese momento se despachó a uno de los móviles que en ese turno realizaba tareas de patrullaje en Maldonado y Punta del Este, ocupado por C.M.T.D.S. y A.I.Ñ.S., para proceder al traslado de la joven de 18 años, que se domicilia en Punta del Este.
Sin embargo, no partieron hacia Punta del Este sino hacia el Oeste, para internarse en el barrio Pinares de Maldonado, cerca del parque Burnett, donde abusaron sexualmente de la joven. El GPS de la unidad fue una prueba contundente: el coche estuvo detenido allí 24 minutos.
La historia
La víctima había ido a una fiesta privada de una prima, con la que en determinado momento tuvo una discusión, concretamente porque le había dado un beso a su novio. La dueña de casa invitó a su prima a que se retirara, lo que ésta acató y salió caminando del lugar.
Al encontrarse con un guardia de seguridad, le pidió llamar a una amiga para que la viniera a buscar porque se sentía mal. La amiga respondió que era imposible porque no tenía en que desplazarse por lo cual el guardia optó por pedir ayuda a la Policía a través del 911.
A partir de allí surgen dos versiones diferentes, ya que los execrables policías sostienen que la chica comenzó a provocarlos y a tocarlos, lo que no explica porque salieron en dirección contraria al domicilio de ella. La víctima negó ese argumento durante sus declaraciones.
Si bien reconocieron que "metimos la pata", insistieron en sus declaraciones en que la relación sexual fue consentida por la joven, lo que ésta a su vez, niega enfáticamente.
En las prendas de vestir, tanto de los efectivos como de la víctima, así como en el interior de la unidad policial, había rastros inequívocos de que se habían producido relaciones sexuales. Lo mismo surgió de la pericia forense encargada por la Justicia tras la denuncia del hecho.
La joven acompañada por su padre, radicó la denuncia escrita recién en horas de la tarde del lunes, ya que sus padres estaban muy enojados con ella por el problema que había tenido con su prima, del que ya estaban al tanto, y no daban crédito a lo que les confesó.
Incluso a su amiga le había expresado la intención de no contar lo ocurrido, porque suponía que al tratarse de policías nadie le creería, mucho menos teniendo en cuenta que estaba ebria y que además había tenido el problema de marras en la fiesta de su prima.
Desde la seccional 10ª de Punta del Este, se informó inmediatamente lo denunciado a la Jueza Penal de 4° Turno, que ordenó que el caso fuera derivado sin demoras a Asuntos Internos del Ministerio del Interior, y que no fuera investigado por la propia Policía de Maldonado.
Efectivos de Asuntos Internos se trasladaron en forma urgente a Maldonado, se interiorizaron del caso y entrevistaron a los acusados, quienes luego por orden de la magistrada ingresaron la noche del miércoles en calidad de detenidos. Este viernes, ambos policías fueron procesados con prisión.