El propio jefe de Pronósticos del organismo ha recorrido las zonas afectadas, recogiendo testimonios y registros de los daños. En tanto, en Pan de Azúcar, principalmente, es intenso el trabajo de cuadrillas de distintas instituciones en procura de restablecer los servicios afectados y reparar techos que volaron, total o parcialmente, o sufrieron daños.
Néstor Santayana, jefe de Pronósticos del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), viajó a la zona de Pan de Azúcar, Camino de Los Arrayanes y Piriápolis, afectada la última media noche por un violento fenómeno que provocó daños de distinta magnitud.
Santayana explicó que se procura determinar que tipo de fenómeno se produjo, ya que versiones sin consistencia técnica hablan de turbonada, tornado o ciclón cuando aún eso no se puede determinar, y dependerá del análisis que se realizará tras la recopilación de distinta información.
En base a los daños constatados, se podrá definir si pudo haberse formado un tornado o si se trató de una corriente descendente que golpeó la zona. “No vemos algo torneado que es algo típico de los tornados”, aclaró Néstor Santayana tras una primera observación de los daños provocados.
A todo ritmo
A todo esto, principalmente en la ciudad de Pan de Azúcar, donde se produjeron los daños materiales más importantes -aunque afortunadamente no hubo personas lesionadas-, están desplegadas cuadrillas de la Intendencia de Maldonado, del Municipio, de Ute, Bomberos y Antel.
Hay redes de energía eléctrica, de Antel y de televisión por cable que han resultado afectadas, por lo cual aún faltan distintos servicios en algunas zonas de la ciudad. Lo primero es el retiro de árboles, ramas, carteles u otros materiales que cayeron sobre las distintas redes u obstruyen vías de tránsito.
Por otra parte, se trabaja intensamente en la inspección y reparación de un número de fincas que aún no pudo ser cuantificado, que sufrieron la voladura total o parcial de sus techos, u otros daños estructurales. El objetivo es que al caer la noche, en lo posible ninguna finca se encuentre sin su techo.
Además de los daños en fincas particulares, hubo afectación y roturas de magnitud en instalaciones en la terminal de ómnibus de la ciudad, en el hospital de Pan de Azúcar y también en el corralón municipal ubicado en el barrio Sur, cerca del estadio y parque Zorrilla de San Martín.
