La ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Eneida de León, aseguró tras la interpelación a la que fue sometida en la víspera, que se trabaja con tranquilidad y responsabilidad aplicando importantes medidas de control en Laguna del Sauce. Confió que comprende la situación de alarma que hay en Maldonado.
Eneida De León y el presidente de OSE, Milton Machado, tuvieron el apoyo de 55 diputados en 88 presentes en sala en la pasada jornada, cuando la jerarca fue sometida a una extensa interpelación que se prolongó por casi 11 horas, y concluyó sin mayores consecuencias.
“Somos conscientes de la relevancia de la potabilidad del agua de la laguna (del Sauce) y su relación, tanto con la población permanente como con los veraneantes y visitantes extranjeros”, admitió la titular del Mvotma, al tiempo de reivindicar los protocolos que se siguen en Uruguay en materia de aguas.
Las causas
Confirmó que “la Laguna del Sauce se encuentra en estado o situación trófica Grado 3 (…) causado principalmente por importantes aportes de nitrógeno y fósforo producto del proceso del uso del suelo y como cuerpo receptor de saneamiento”, aunque también hizo referencia a la escases de lluvias.
Esto último sumado a las altas temperaturas que aún se están registrando, son un factor desencadenante de la aparición de un alga nueva en la Laguna que es propia de otras zonas del mundo más cálidas. Aseguró que el cambio climático juega un papel crítico en la situación que se vive.
Esto explica el creciente problema de floraciones algales en el cuerpo del agua con presencia de cianobacterias y toxinas, todo lo que influye directamente en el tratamiento del agua bruta a potabilizar, aunque teóricamente cualquier agua pueda ser potabilizada.
¿Qué se va a hacer?
Eneida De León, explicó que la Comisión de Cuenca de Laguna del Sauce ya elaboró un plan de gestión conteniendo medidas de corto, mediano y largo plazo; además realizó el monitoreo físico y químico, y actualmente instrumenta el monitoreo biológico.
“Naturalmente muchas de estas medidas llevan más tiempo del que quisiéramos para revertir situaciones que tienen 60 o 70 años de deterioro”, reconoció la Ministra, al explicar los pasos que están previstos, y que incluyen análisis sobre la fauna ictícola de la laguna.
Recordó que ya hay limitaciones para el uso de ciertas embarcaciones en la laguna desde 2012, el control de la pesca furtiva y la vigilancia del monte nativo, además de la instalación por parte de OSE de nuevas estaciones de monitoreo de la cantidad y calidad del agua de la cuenca.
Confirmó que se exigirá a las industrias y complejos turísticos de la cuenca, el tratamiento terciario de los efluentes para remoción del fósforo, así como planes de uso y manejo de suelos para predios mayores a 50 hectáreas, y controles del uso de fertilizantes, efluentes de tambos, establecimientos de engordes en corral, y similares.
De León adelantó que se requerirá una franja de 40 metros en ambas márgenes de los cursos de agua, de 20 metros en los afluentes de segundo orden y de 100 metros en el perímetro de la laguna, “medida que estamos instrumentando y pensando cómo llevarla a cabo”.
Asimismo, se transferirán competencias a OSE para mejorar el tratamiento de la presa de la laguna que hoy está a cargo del Mvotma, y que servirá para remover sedimentos acumulados en el fondo; se prevé limitar temporalmente la aprobación de nuevos fraccionamientos con fines residenciales en la cuenca.
Se estudiará el modelo hidráulico y formas de manejo de las aguas de la laguna para mejorar su dinámica y disminuir el tiempo de retención, entre otros aspectos que todavía están a estudio, al igual que el dragado para retirar nutrientes y el arrastre de los mismos por vaciado.