El intendente de Maldonado, Enrique Antía, junto a la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, encabezaron una nutrida delegación que visitó el parque ubicado en la provincia de Corrientes, Argentina, donde se realiza un intenso trabajo de recuperación de distintas especies sino que se fomenta la denominada producción de naturaleza.

La visita al Parque Nacional Iberá y al Parque Nacional de los Esteros de Iberá, se realizó en el marco de un convenio existente entre la Intendencia de Maldonado, a través de la ECFA (Estación de Cría y Fauna Autóctona del cerro Pan de Azúcar) y la Fundación Rewilding Argentina.

Esta última está integrada por un grupo de conservacionistas y activistas unidos por el compromiso de recuperar los ecosistemas naturales, el respeto por las especies y el objetivo de establecer modelos de desarrollo para las comunidades rurales en un contexto de coexistencia con la naturaleza.

Con la mira puesta en conocer una de las mayores reservas ecoturísticas de Sudamérica y comenzar a pensar en un proyecto de similares características en forma conjunta con el gobierno nacional y otras intendencias, Maldonado dio un paso más con esta visita concretada el viernes de la pasada semana.

La producción de naturaleza y la restauración ecológica, consisten en trabajar para aumentar la presencia de vida silvestre hasta la capacidad de carga de un ecosistema, y luego cuidarla para que resulte un atractivo turístico que genere dividendos para las comunidades vecinas.

Invitados por Ambá, una ong que trabaja para la conservación y regeneración de la biodiversidad en el Uruguay a través de distintos programas, la delegación estuvo también integrada por autoridades de Rocha, Río Negro y el Ministerio de Ambiente, así como por la vicepresidenta de la República.

La ocasión fue propicia para conocer el hábitat hacia donde fue trasladada en enero de este año, desde la ECFA del cerro Pan de Azúcar, el ejemplar hembra de yaguareté llamado “Malú”, en un cuidadoso operativo hacia la reserva argentina donde se trabaja en la reintroducción de la especie.

El ejemplo Iberá

Emplazada en la provincia de Corrientes, Argentina, Iberá fue, durante el siglo XX, literalmente masacrada desde el punto de vista medioambiental. Sus habitantes veían a la fauna como un recurso que debía ser cazado, extraído y vendido de la manera más rápida posible.

Con ese concepto fue que se extinguieron animales típicos de la zona como ciervos de los pantanos, carpinchos, zorros y yacarés. Sin embargo, la creación de la Reserva Natural Iberá, en 1983, dio paso a un proceso de concientización que llevó a cambiar el rifle por los binoculares.

Se pasó de pensar en la venta a pensar en la preservación y el desarrollo, y fue así que antiguos cazadores depusieron sus armas y fueron contratados como guardaparques, bajo el nombre guaraní de “Mariscadores”. Con el correr de los años la fauna que había sobrevivido comenzó a recuperarse gradualmente.

La transformación en un lugar de preservación y cuidado medioambiental, generó un cambio sustancial entre la población de la zona que empezó a afincarse en busca de trabajo. Nacieron allí las primeras posadas turísticas, con características muy particulares y construidas básicamente con madera.

El silencio es protagonista y los visitantes de todo el mundo lo buscan, al punto tal que a esta altura del año no se reciben más, para no saturar un lugar transformado donde el cambio de conciencia llevó a que los pobladores entendieran que podían obtener mayores beneficios si no se cazaba a las especies.

Con la reintroducción de fauna autóctona que había desaparecido de la zona, la creación del Parque Provincial y los nuevos portales a la Reserva, el Iberá se fue posicionando como un destino ecoturístico de los mejores de Sudamérica para ver fauna de manera accesible.

El área natural protegida es de más de 583.000 hectáreas, ubicadas al Noreste de Argentina, y la reserva ya cuenta con 641 especies entre aves, mamíferos, peces, anfibios y reptiles. Entre ellos destacan el ciervo de los pantanos, el venado de las pampas, y el aguará guazú.

También especies como el lobito de río, el tapir así como otras especies autóctonas que habían sido extinguidas en el área de la laguna Iberá y que gradualmente han comenzado a reintroducirse. La visita consistió en un paseo en lancha a través de los esteros de Iberá y luego por el parque.

La vicepresidenta Beatriz Argimón y el intendente Enrique Antía, viajaron acompañados de una delegación integrada por el director general de Gestión Ambiental, Jorge Píriz, el director de Higiene, Carlos Medina, el diputado Diego Echeverría y el coordinador de la ECFA, Matías Loureiro.

En tanto, por el Ministerio de Ambiente estuvo Santiago Da Silva en representación del subsecretario Gerardo Amarilla, el intendente interino de Rocha, Nicolás García, el secretario general de la Intendencia de Río Negro, Jorge Gallo, así como Rodrigo Patrón e Inti Carro de la ong Ambá.

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