Los felinos fueron trasladados desde la provincia de Buenos Aires donde habían sido incautados a un tenedor ilegal de esta especie en peligro de extinción en la región y probablemente inexistente en Uruguay. Las parejas tienen unos 6 años.
Emiliano Villegas, de la Brigada de Control Ambiental (BCA) de la Provincia de Buenos Aires, fue uno de los funcionarios que viajó acompañando a los dos machos y dos hembras entregadas a la Estación de Cría de Fauna Autóctona (CFA) del cerro Pan de Azúcar, y a otros dos ejemplares que quedaron en una reserva de Río Negro.
Villegas explicó que el traslado se concretó en el marco de un programa de cooperación internacional, que busca no solo proteger especies tan sensibles como esta sino lograr eventualmente su reproducción. “El traslado demoró alrededor de unas doce horas porque tuvimos una parada previa en la reserva de M´Bopicuá”, contó.
El funcionario, admitió haber quedado “maravillado” con la infraestructura de la ECFA, “realmente los recintos cumplen todos los estándares internacionales de bienestar animal y nos pone realmente contentos saber que estos animales van a tener una calidad de vida como se la merecen, y a la vez van a contribuir a la conservación de la especie”.
Los animales, que se encontraban cautivos en la Provincia de Buenos Aires y fueron rescatados tras haber sido víctimas del tráfico ilegal de fauna, fueron integrados en el programa de conservación y cría en Uruguay, merced a un acuerdo internacional que busca repoblar de grandes felinos a la región.
Las autoridades de la ECFA y del bioparque M’Bopicuá de Montes del Plata, en el departamento de Río Negro, habían realizado anticipadamente los trámites para que se evaluara la posibilidad de recibir ejemplares incautados en Argentina para el plan de preservación que desarrollan ambos países.
En 2022, desde Maldonado había enviado un ejemplar de yaguareté a Argentina para un proyecto de reintroducción en su hábitat natural. Ahora, fue el turno de Argentina de responder aquel gesto y contribuir con la conservación del puma, una especie que enfrenta desafíos similares de preservación en el continente.
La directora de la ECFA, Brenda Bon, señaló que los recintos para recibir a los animales fueron preparados especialmente mediante una inversión de más de US$ 200.000. Agregó, que los cuatro pumas que llegaron, “vivían en condiciones deprimentes en un coto ilegal en la ciudad de Balcarce en Argentina junto a más de 300 animales”.
(Fotos: diario Clarín | Argentina)