Las cianobacterias que alteraron la calidad del agua de Laguna del Sauce, disminuyeron notoriamente a raíz de la sensible baja de las temperaturas, dijo y que fueron responsables de la crisis del agua potable en Maldonado disminuyeron drásticamente gracias a las bajas temperaturas, dijo el experto en Ciencias Ambientales, profesor Néstor Mazzeo.

Mazzeo, uno de los responsables de analizar la calidad del agua de la Laguna del Sauce, por la Facultad de Ciencias, y el director del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la misma casa de estudios, Daniel Panario, explicaron al matutino El Observador cual es la situación actual.

Panario explicó que si bien las medidas de OSE apuntaron a filtrar la mayor cantidad posible de esas algas, el problema del mal olor y mal sabor no terminó hasta que los organismos responsables desaparecieron en grandes cantidades, aunque advirtió que el problema podría volver a surgir.

La razón de la alteración tanto del color como del sabor del agua de Laguna del Sauce potabilizada por OSE, se debió a la floración de cianobacterias (algas microscópicas) a raíz de las altas temperaturas, un factor que favorece su crecimiento.

Las temperaturas casi veraniegas se extendieron hasta el mes de mayo, prolongando el problema que se dio en el centro de la campaña electoral de cara a las elecciones departamentales y tuvo repercusiones en ese ámbito, incluso a nivel nacional.

Según Mazzeo, otros factores que agravaron la situación, fueron, la presencia de fósforo y nitrógeno en el agua por el uso de fertilizantes en la actividad agropecuaria que se lleva a cabo cerca de la laguna, y la recepción de aguas residuales de fincas cercanas.

El descenso de las temperaturas a comienzos de junio, impidió que las cianobacterias continuaran reproduciéndose y llevó a la desaparición de casi la totalidad de la especie en la Laguna del Sauce, por lo que el olor y el gusto del agua desaparecieron desde hace varias semanas.

Según Panario, si bien la disminución de las algas se produjo por cuestiones naturales, el problema puede resurgir una vez que las temperaturas suban nuevamente. Esto, porque una pequeña cantidad de esos organismos permanece en el agua o en los sedimentos durante el resto del año.

Sin embargo, si la mortandad de las cianobacterias ocasionada por las bajas temperaturas fue muy alta, el problema podría no suceder por uno o varios años. "Son cosas muy difíciles de predecir. La facultad está estudiando la forma de poder hacer alertas tempranas, pero son procesos que llevan su tiempo", dijo Panario.

(Foto: produccionnacional.com.uy)

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