El edil nacionalista, advierte que la Ley de Inclusión Financiera (N° 19.210) que paulatinamente va hacia la utilización masiva de las tarjetas de crédito y débito entre otros instrumentos de pago electrónicos, brinda beneficios pero también muchas dificultades a pequeños y medianos comercios, y a los propios clientes.
Al exponer en la Junta Departamental de Maldonado, Luis Artola preguntó si la Ley de Inclusión Financiera está cumpliendo sus objetivos, si realmente está incluyendo a todos los ciudadanos, si otorga beneficios en forma equitativa, y si se sabe del impacto sobre la economía, entre otras cosas.
Aseguró que casi la mitad de los adultos en el mundo no utiliza servicios financieros formales y un porcentaje aún mayor de los de niveles de bajos recursos no tiene cuenta bancaria, por sus costos, por las distancias del viaje o por los requisitos que se deben cumplir para abrir una cuenta.
Agregó que en las últimas décadas, distintos proveedores de servicios financieros han ofrecido nuevas oportunidades a las personas excluidas del sistema, como las redes de pago y cobranza, lo que considera paradójico en un gobierno de izquierda que dice estar contra el capitalismo.
Artola sostuvo que se está induciendo a la población al capitalismo “mediante mecanismos de imposición, obligándonos a trabajar con los capitalistas más grandes de la historia, como son los banqueros”, responsables de las emisoras de las tarjetas de crédito y débito.
Recordó además que, en el departamento de Maldonado han cerrado o lo van a hacer a mediano plazo, algunas sucursales bancarias; como el caso del Banco República de La Barra y la sucursal de Scotiabank en Maldonado, lo que incrementa los obstáculos para los usuarios.
Además, hizo referencia a la exigencia que rige para el comercio que opera con tarjetas de crédito, débito u otros instrumentos electrónicos, que “no podrán exigir un mínimo para el pago de compras o servicios con los mismos”, como era habitual hasta ahora en pequeños comercios de distintos rubros.
“Al comerciante los aranceles por el cobro con tarjeta le disminuye el margen de rentabilidad, sobre todo al pequeño comerciante. Todos sabemos que los márgenes de ganancia del almacén de la esquina son muy bajos y se agravan aún más si tienen que asumir el costo del arancel de las tarjetas”, advirtió.
Este martes, entrevistado en Frecuencia Abierta de Aspen FM de Punta del Este, Artola abundó en algunos detalles, y aseguró que Uruguay no está preparado para una ley de inclusión financiera como la que está en vigencia, y que el uso de “plásticos” tiene beneficios pero presenta también dificultades.
Advirtió que la situación se puede tornar insostenible para pequeños y medianos comercios que trabajan con “la plata del día”, ya que no solo reciben diferido el dinero por ventas mediante tarjetas, sino que por cada compra se les cobra un 7% en el caso de las de crédito.
Insistió en que el sistema afecta al pequeño comerciante que debe asumir grandes costos, y beneficia a las grandes empresas, por lo que el gobierno debiera intervenir para lograr reducir los aranceles que cobran las emisoras, detrás de las cuales están los grandes “banqueros”.