Se conoció un identikit del asesino de Julio Fernández, el apreciado vecino del barrio El Molino de Maldonado, ultimado fríamente de dos balazos, poco después del mediodía del sábado 13. La Policía ha practicado varias detenciones pero no ha dado con el autor.

La Policía elaboró un identikit del asesino de Julio Fernández, el “Boca”, ultimado fríamente de dos balazos a media tarde del sábado en plena vía pública, durante una tentativa de rapiña.

Según la descripción aportada por testigos, el asesino sería un joven de aproximadamente 20 años de edad, cutis blanco, ojos marrones, 1.80 metros de estatura y complexión delgada.

Tendría acné en su rostro, y lucía una campera oscura, usaba un caso abierto (de los denominados “pelela") de color negro, y se desplazaba junto a un compinche a bordo de una moto Winner Fair de color azul.

Por otra parte, se confirmó que los disparos efectuados a muy corta distancia sobre la humanidad de Julio Fernández, fueron efectuados con una pistola 9m.m. que se estima puede haber sido “descartada” en alguna parte.

Nada por ahora

Desde las últimas horas del sábado y durante todo el domingo, personal de Investigaciones de la Policía de Maldonado, ha practicado infinidad de intervenciones, pero sin lograr resultados positivos hasta el momento.

El hecho de sangre ocurrió sobre la hora 13.20 del sábado, cuando el “Boca” Fernández, de 50 años de edad, dueño una carpintería de aluminio y vidriería, salió a la calle al ver que había llegado una mujer que levanta quinielas.

Casi al mismo tiempo, se detuvo una moto ocupada por dos jóvenes quienes bajo amenazas con un arma le solicitaron la entrega del dinero. Según testigos el comerciante ni siquiera se resistió, cuando recibió dos balazos.

Un disparo le impactó a la altura del cuello y el otro en una de sus axilas. El hombre cayó mortalmente herido en la calle, confirmándose algunos minutos después que había dejado de existir prácticamente en el acto.

Testigos de lo ocurrido no salen del impacto por la violencia y frialdad con que actuaron los delincuentes, quienes casi sin mediar palabra literalmente ejecutaron a Fernández, quien no habría intentado siquiera resistirse.

En la escena del crimen, se encontraron dos casquillos de proyectiles 9m.m., lo que confirmó a la Policía que los delincuentes portaban una potente arma que de mantenerla en su poder, los hace extremadamente peligrosos.