La Policía de Maldonado trabaja con mucho hermetismo en torno a un caso caratulado en principio como rapiña, cuya víctima fue un cura uruguayo que llegó hace algunas semanas desde Argentina a desarrollar tareas pastorales en Punta del Este. Denunció el robo de casi US$ 20.000 y algunos efectos personales tras ser golpeado en su apartamento.
El hecho que es investigado en el más absoluto hermetismo por parte de efectivos del Distrito 2 de la Policía de Maldonado, ocurrió a comienzos de semana y tuvo como víctima a un cura uruguayo, que llegó a Punta del Este hace algunas semanas a realizar actividades pastorales.
Según lo expresado por el sacerdote, J.L.S. de poco más de 50 años, el domingo habría conocido a un hombre extranjero (podría ser brasileño o mexicano) que estaba viviendo -según le comentó- en un estado de alta vulnerabilidad por lo que finalmente lo invitó a seguir la charla en su apartamento.
El religioso, uruguayo pero que llegó desde Argentina hace algunas semanas para desarrollar tareas pastorales en la iglesia de La Candelaria y en la capilla de San Rafael, en Punta del Este, aseguró que junto al desconocido tomaron algunas copas de vino y comieron.
Narró que en determinado momento habría perdido el conocimiento, y cuando lo recobró su cabeza sangraba producto de un fuerte golpe con algún objeto contundente. Su invitado ya no estaba, había un gran desorden en el apartamento y le faltaba dinero y algunos efectos.
Aunque hay varias versiones encontradas, a MaldonadoNoticias se aseguró que al sacerdote le faltaron casi US$ 20.000 en efectivo y otros efectos personales como relojes. El confuso hecho se produjo en un apartamento del barrio Aidy Grill, cerca de plaza México.
Los peritajes
El sacerdote fue asistido por las lesiones experimentadas, aunque ninguna sería de gravedad; en tanto, la Policía recogió una serie de pruebas del apartamento y elementos que podrían tener las huellas del desconocido que estuvo allí y sería el autor de la agresión y el robo.
Asimismo, se procuran recomponer los pasos dados por el cura la jornada previa al hecho, para localizar en esas zonas cámaras de seguridad que puedan allanar el camino de la investigación, permitiendo identificar al extranjero lo que por el momento no se ha logrado.
