A la hora 14.00 será la audiencia de formalización en la que se pediría la condena del individuo de 35 años que el martes a la mañana mató estrangulada y degollada a una joven meretriz de 23 años en un céntrico local de la ciudad de Maldonado. El miércoles compareció ante la Justicia para el denominado “corte” de las 24 horas de detención.
J.M.S., de 35 años y poseedor de al menos tres antecedentes penales, admitió en su declaraciones que entabló contacto con su víctima en la calle, acordando ambos ir al local de 25 de Mayo casi Santa Teresa, donde no está claro lo que realmente ocurrió solo algunos minutos más tarde.
Hay testigos de que J.M.S. con Lucía Hernández Rodríguez, de 23 años, ingresaron al local donde lo último que funcionó fue un grupo de apoyo para quienes deseaban apartarse del consumo de drogas, entre las 8.05 y las 8.10 de esa misma jornada.
Pocos minutos más tarde, un llamado a la Policía dio cuenta que en esa zona se escucharon gritos de una mujer pidiendo auxilio; la Policía acudió, realizó una recorrida y no pudo encontrar nada extraño. Poco antes de la hora 11.00 una mujer que iba a limpiar el local se encontró con la terrible escena.
En una de las habitaciones del local, se encontraba tendido boca arriba, el cuerpo de una joven mujer, con su cabeza prácticamente tapada con arena y tierra, y presentando al menos un profundo corte en el cuello. El aviso a las autoridades fue realizado en forma inmediata.
Tras los distintos peritajes y análisis de filmaciones de cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, se pudo establecer la hora de ingreso de la pareja, y la hora en la que el ahora imputado se retiró solo del lugar. Un seguimiento de imágenes permitió detenerlo sobre las 15.30 en la zona del predio ferial.
L.M.S., ha declarado que tanto él como su víctima consumían sustancias estupefacientes y que tras ingresar al local de calle 25 de Mayo se produjo una discusión durante la cual la chica lo comenzó a golpear provocando su reacción, que queda claro fue absolutamente desproporcionada.
Saravia habría tomado a Lucía del cuello mientras ésta se defendía y cuando perdió el conocimiento, le provocó al menos un profundo corte en el cuello para asegurarse que estaba muerta. Por las dudas, le tiró una importante cantidad de arena y tierra en el rostro cubriéndole prácticamente toda la cabeza.
La autopsia determinó que Lucía Hernández falleció por estrangulación mecánica y cortes de arma blanca, en ese orden, lo que indica que fue estrangulada y pereció antes de que su asesino le provocara las heridas con un arma blanca que por el momento no se ha revelado cual fue.