Plenamente identificado, quien piloteaba la moto la jornada del 13 de diciembre pasado, está cumpliendo arresto domiciliario por la comisión de otro delito reciente. Se trata del menor que invitó a César Agustín Leal Agesta (18) a salir a cometer alguna rapiña en Maldonado.
Si bien el asesinato de Julio Fernández (50), ocurrido el pasado 13 de diciembre del año pasado está aclarado, y el autor material de los disparos ya está en la cárcel, hay total hermetismo respecto al otro protagonista del hecho, un menor de edad.
El cómplice del minuano César Agustín Leal Agesta, de 18 años de edad, es un menor que estuvo detenido la pasada semana junto con otros 6 individuos, y hasta habría sido reconocido en un video que le mostraron a un familiar.
En ese video, quedaron registrados tanto el autor material del asesinato, como quien conducía la moto, que se trata del menor que según informa la Policía está cumpliendo arresto domiciliario, pero no ha sido imputado por el caso Fernández.
Lo que nadie responde, es porqué el menor aún no ha sido imputado por un delito tan grave, cuando además se sabe que fue quien recibió al amigo minuano cuando llegó a Maldonado, días antes del hecho de sangre, para buscar trabajo.
Una de las posibilidades por las cuales la jueza del caso no se ha expedido, radicaría en que por momentos se ha sospechado que el menor esté encubriendo a un hermano mayor de edad, quien pagaría con cárcel el delito cometido.
El asesino, Cesar Agustín Leal Agesta, reconoció que salió a recorrer algunos barrios de Maldonado para perpetrar una rapiña al azar, y que esa fue la intención cuando abordaron a Fernández que se encontraba con su billetera en las manos.
El asesino afirmó que el atraco se les fue “de las manos”, porque la intención no era matar a nadie. Sin embargo había salido a la calle junto con el menor, portando una potente pistola 9m.m. que ni la Policía de Maldonado ni la de Lavalleja han podido encontrar.
Leal Agesta, fue procesado con prisión, como autor de un delito de homicidio muy especialmente agravado en calidad de autor y ya purga pena en la cárcel de Las Rosas. En sus declaraciones no confesó como se hizo del arma y que hizo con ella.
Se estima que al retornar a Minas, le pasó la pistola 9m.m. a otro delincuente, quien a su vez la cedió (alquilada o prestada) a quienes mataron a los hermanos Virches, dos delincuentes ultimados a balazos los días 19 y 20 de diciembre.