Días atrás falleció en el ex Comcar, Gerardo Marcelo Ayala Netto, de 20 años. El joven había terminado en prisión en marzo luego de incurrir varias veces en el delito de desacato y romper dos tobilleras electrónicas. Tenía impedido acercarse a su padre o a la casa de este hasta que fue condenado a prisión efectiva, pero sorpresivamente fue trasladado de Las Rosas a la Unidad 4 de Santiago Vázquez.

 

La oficina del Comisionado Parlamentario está investigando las circunstancias en las que falleció Gerardo Marcelo Ayala Netto, de 20 años, quien desde la cárcel de Las Rosas había sido trasladado a la Unidad 4 de Santiago Vázquez (ex Comcar). Cumplía una pena de 11 meses de prisión efectiva desde el 7 de marzo.

Estaba alojado en el Módulo 12 que tiene varios cupos para personas que se encuentran con algún tipo de tratamiento psiquiátrico. Allí se encuentran confinados en forma independiente, cada interno en su celda. Las visitas en ese sector son limitadas según lo dispuesto por las autoridades.

Ayala Netto fue trasladado en el transcurso del mes de abril, y la familia no fue informada. Debía recibir medicación por algunos trastornos que, sin embargo no lo calificaban como inimputable, razón por la que tras varios pasajes por la Justicia, terminó condenado con una pena de prisión efectiva.

Lo encontraron sin vida en su celda cuatro días después de haber sido trasladado a ese lugar. La familia pretende saber que fue lo que ocurrió entre el momento que fue trasladado desde la cárcel de Las Rosas y su último destino de reclusión en el ex Comcar sin ningún aviso previo.

El camino a la cárcel

El domingo 7 de marzo, Gerardo Marcelo Ayala Netto, había ido a la Comisaría Especializada en Violencia Doméstica y de Género (CEVDG) de Maldonado cargando la batería de la tobillera electrónica que portaba desde algunas semanas atrás, tras haber roto otra.

En forma intempestiva, el joven comenzó a insultar a los policías presentes en la unidad, hasta que tiró al piso el dispositivo y se fue de la dependencia. A las pocas cuadras fue interceptado, quedando detenido a disposición de Fiscalía, hasta comparecer ante la Justicia al día siguiente.

Ante el cúmulo de hechos que había protagonizado desde hacía ya algunos meses, la Justicia condenó a Gerardo Marcelo Ayala Netto, a 11 meses de prisión efectiva como autor de un delito de desacato agravado, en concurso formal, con un delito de agravio a la autoridad policial agravado.

Todo comenzó el lunes 1° de febrero, cuando el joven fue condenado a 3 meses de libertad a prueba imputado por la autoría de un delito de desacato tras intentar ingresar sin autorización en la casa de su padre, en calle Cuchilla de la India Muerta, en el barrio Cerro Pelado.

Además de portar tobillera electrónica, debía presentarse ante la dependencia policial más cercana al domicilio que fijó como suyo una vez por semana y realizar servicios comunitarios 4 horas semanales. Sin embargo, incurrió nuevamente en desacato y lo enviaron 15 días a la cárcel.

El miércoles 10, tras verificarse electrónicamente que el dispositivo no estaba funcionando, la Policía confirmó que Ayala Netto había roto el cargador de su tobillera por lo cual fue detenido y derivado a la Unidad Especializada en Violencia Doméstica y de Género (UEVDG).

De todo lo actuado fue informada Fiscalía, ya que había provocado daños en la primera tobillera que le habían colocado el 1° de febrero. Esa vez, la Jueza Penal de 11° Turno lo había formalizado por la presunta comisión de dos delitos de destrucción de dispositivo electrónico.

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