El hecho ocurrió en las primeras horas de la noche del sábado 5 de febrero en el barrio Pinares de Maldonado, donde la familia de la víctima se encuentra alquilando. Los agresores y denunciados -cinco hombres de unos 30 años-, también alquilan una propiedad lindera.

 

El violento episodio ocurrió sobre las 20.30 del sábado, cuando según narró el padre de la víctima, su hijo de 18 años salió a dar “una vuelta a la manzana” y apenas trapasó el portón de su casa, a la altura de calles Polux y Proción, en el barrio Pinares de Maldonado, recibió un puntapié por la espalda.

Al darse vuelta, otros cuatro individuos fueron hacia él portando “cachiporras” y al grito de que “le van a pegar un tiro” porque presuntamente habían sido víctimas de un intento de robo dos semanas atrás. El joven les aclaró que está viviendo en la casa contigua pero no le creyeron aunque logró escapar.

Lo hizo corriendo por calle Polux, aunque al llegar a la intersección con Camino a la Laguna, fue interceptado por uno de los sujetos que lo atropelló con un cuatriciclo en dos oportunidades hasta que llegó el resto de los hombres en un auto, intentando introducirlo por la fuerza en el mismo.

El chico logró nuevamente escapar y se dirigió hacia su casa, siendo acompañado a pocos metros por los sujetos que bajo amenazas de que si no era de la finca vecina lo iban a matar y tirar en una zanja. Recién allí admitieron que lo confundieron con quien presuntamente los había querido robar.

Le devolvieron un buzo que le habían quitado en el último forcejeo y le dieron $ 3.500 porque la gorra que llevaba “estaba pisoteada”. El padre del joven, que en ese momento se estaba bañando, posteriormente fue a la casa de sus vecinos a pedir explicaciones y a indicarles que iba a radicar denuncia.

Uno de los agresores, le dijo que “no pasa nada” porque es hijo de un embajador y que iba perder el tiempo denunciando. La primera denuncia fue recibida por personal de un móvil que acudió ante el llamado al 911, tras lo cual el chico fue llevado a sanatorio Mautone donde se confirmaron distintas lesiones.

Posteriormente, la familia se dirigió a la seccional 1ª del centro de Maldonado para ratificar la denuncia. El denunciante es el padre de la víctima, Pablo Romero García, docente de filosofía y de ética en la Universidad Claeh, además de asesor educativo en la Anep.

Romero es padre de 5 hijos de entre 4 y 26 años y junto a ellos y su pareja se encuentra alquilando en Pinares desde el 1° de febrero, aunque ahora tiene cierto temor por la reacción de los individuos que atacaron y amenazaron de muerte a su hijo, sabiéndose denunciados.

Explicó que a su hijo agredido, que comienza en breve estudios universitarios, “le gusta escuchar rap y trap e incluso ha compuesto varias canciones dentro del estilo del rap. En la línea de la estética de la música que le gusta y cultiva, suele utilizar gorro de visera, capucha y pantalones recortados”.

Cuando salió de su casa este sábado, lo hizo “con su gorrita de visera, un buzo, un pantalón recortado y unos auriculares inalámbricos”. Romero se pregunta si más allá de lo ilegal que es hacer justicia por mano propia, el mero hecho de vestir de determinada manera permite presumir que se está ante un delincuente.

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