Hay varios individuos en la mira de los investigadores, en tanto se espera conocer la identidad de los dos cuerpos enterrados en una fosa común en la zona de Chihuahua. Un hombre ausente desde el 9 de febrero de su casa en Maldonado, y una mujer consumidora de estupefacientes y relacionada con el mismo hombre que no ha sido vista desde hace varios días en los sitios que frecuentaba, podrían ser las víctimas.

Aunque siguen sin saberse las identidades ni la data de muerte, podría tratarse de un hombre que estaba ausente de su domicilio en el barrio Norte de Maldonado desde el 9 de febrero: Milton Gustavo Vázquez Rodríguez, de 48 años, quien fue denunciado como ausente tres días después por una hermana.

El automóvil de este hombre -un Nissan Sentra-, fue encontrado abandonado en calle Bernardina Fragoso de Rivera, detrás del estadio del Club Atlético Fernandino, en el barrio Rivera de la capital departamental. Por otra parte, la casa de este hombre fue literalmente desvalijada en los últimos días.

Por otro lado, desde hace varios días se encuentra ausente una mujer que tenía cierta relación con Vázquez Rodríguez y era conocida por su consumo problemático de drogas. Nadie ha sabido nada de ella, no ha sido vista donde se la encontraba regularmente y sigue sin aparecer en ninguna parte.

Datos obtenidos por MaldonadoNoticias permiten adelantar que hay varios individuos en la mira de los investigadores, pero que además, se han recuperado algunos de los efectos robados de la casa de Milton Gustavo Vázquez, todo lo que permitiría aclarar lo ocurrido en las próximas horas.

En cualquier caso, la fosa común donde se encontraron los cuerpos el domingo último, es la escena secundaria de un doble crimen que, tampoco se sabe por ahora si fue perpetrado en el mismo lugar y al mismo tiempo. Las pericias forenses serán claves en ese sentido para establecer la data de muerte.

Impactante

La Policía llegó al lugar preciso donde se encontraban enterrados los dos cuerpos, a partir de la indagatoria de un individuo por un caso que se está investigando desde hace algún tiempo. Los cuerpos estaban enterrados en una fosa común y a una profundidad de aproximadamente un metro y medio.

Estaban envueltos y maniatados, pero además cubiertos con cal, con el objetivo de acelerar el proceso de desintegración y evitar olores. El lugar se ubica en una zona de arbustos y árboles entre el arroyo El Potrero y calle La Jarcia, al Sur de Ruta Interbalnearia, en Chihuahua.

Es una zona muy solitaria que, al menos en las cercanías no tiene cobertura de cámaras de video vigilancia, ni públicas ni privadas. Además, al tratarse de un suelo arenoso, tampoco se pudo detectar huellas claras de calzado o de neumáticos del vehículo en el que fueron llevados los cuerpos hasta el lugar.