Sobre la hora 10.40 de este viernes 18 de abril, un abogado llamó a la Policía para denunciar que había recibido un mensaje dando cuenta de la colocación de un artefacto explosivo en su coche, que estallaría en 80 minutos. Inmediatamente se desplegó el protocolo para estos casos, incluyendo la presencia de Bomberos y el aislamiento del área donde se encontraba el automóvil, un Chevrolet Camaro empadronado en Paraguay.
La información oficial señala que sobre la hora 10.40 de este viernes 18 de abril, un abogado llamó al 9-1-1 para denunciar que había recibido un mensaje dando cuenta que en su coche había un artefacto explosivo. El vehículo se encontraba en la esquina de calles Dr. Antonio Abramo y Dr. Juan M. Soria, junto a sanatorio Cantegril.
Según el denunciante el mensaje decía textualmente “en 80 minutos” pero que fue borrado al poco rato. Agregó que inmediatamente subió a su coche, un Chevrolet Camaro convertible, y que escuchó un ruido extraño, similar al “tic-tac” de un reloj por lo que apagó el motor, descendió y llamó inmediatamente al 9-1-1.
En el lugar -en una de las esquinas del citado centro de salud-, se constituyó personal de Bomberos y de distintas dependencias policiales que, procedieron a aislar la zona. Tras una espera prudencial, se realizaron dos inspecciones del vehículo que dieron como resultado la ausencia de cualquier tipo de artefacto extraño.
La jefa regional de Bomberos, Viviana Borlinqui, explicó que recibido el aviso tras el llamado al 9-1-1, se esperó durante 80 minutos -que era el tiempo que decía el mensaje para que se produjera la detonación-, para inspeccionar la unidad, y que tras la verificación de que no había nada extraño, se dio intervención a la Policía.
El abogado había llevado a una mujer por una dolencia a sanatorio Cantegril y estacionó en una esquina y a gran distancia del cordón. Hay quienes dicen que pergeñó la historia de la bomba para eludir el accionar de inspectores de Tránsito que probablemente le hubiesen aplicado una multa por mal estacionamiento.