¿Por qué tres niñas sirias radicadas en Piriápolis no iban a la escuela, y ahora lo harán a partir de un pedido realizado en la Junta Departamental de Maldonado?. ¿Cómo está funcionando el equipo interdisciplinario estatal conformado para darles contención y asistencia?. Quedó en evidencia que algo falló porque en forma inmediata se solucionó el problema.
El pasado martes en la Junta Departamental de Maldonado, la edila Beatriz Jaurena (Frente Amplio) reveló que tres niñas de una familia siria radicada en Piriápolis, no estaban concurriendo a la escuela. Un día después desde Primaria se confirmó que desde el lunes 20 asistirán a la escuela de Pueblo Obrero.
“En octubre del año pasado estaban llegando a nuestro país las primeras familias sirias procedentes del campo de refugiados del Líbano, todas ellas con niños y niñas que vienen de vivir situaciones extremas a consecuencia del conflicto armado”, fue lo primero que expuso el martes la edila Jaurena.
Luego informó que “una de estas familias”, compuesta por el matrimonio, y cuatro hijos (tres niñas y un varón), “está radicada en la ciudad de Piriápolis, en el barrio Country”, agregando inmediatamente que según la información que le habían aportado vecinos “las niñas no estarían concurriendo a la escuela”.
Beatriz Jaurena fue autocrítica al reconocer que “como Estado nos comprometimos a brindar el acompañamiento necesario para su inserción, dándoles las mismas posibilidades y regidos por las mismas leyes que garanticen sus derechos”, para lo cual se designó un equipo interdisciplinario.
El grupo de contención y asistencia a las familias sirias, tiene representantes de Salud Pública, Educación Pública, psicólogos, asistentes sociales, traductores y funcionarios de diferentes ministerios. Pero algo falló en este caso, porque las clases en Primaria ya hace mucho que se iniciaron.
Sin abundar en otros detalles, Beatriz Jaurena pidió, “a los organismos correspondientes, primero, que corroboren esta información, garantizando así el derecho de estas niñas a la educación, y, segundo, se den los apoyos y los seguimientos necesarios en este caso”.
Respuesta inmediata
El pedido de Jaurena tuvo inmediata repercusión, ya que un día después, el director de Primaria, Héctor Fiorit, confirmaba a medios capitalinos que el lunes 20 las tres niñas sirias comenzarán a ir a la escuela N° 37 de Pueblo Obrero, a unos dos kilómetros de donde viven.
Algo falló en los representantes de Educación Pública, al menos, que integran el grupo de trabajo mencionado. Según reveló Fiorit a medios capitalinos, la Inspección de Primaria de Maldonado se interesó inmediatamente al conocerse la denuncia de Jaurena.
¿Como en la Inspección de Primaria se enteraron por una edila que las niñas ya no estaban asistiendo a la escuela que se les había asignado, y no por la propia escuela o alguna inspectora?. Algo falló en el equipo interdisciplinario asignado a la tarea.
Si bien la familia siria está radicada en el barrio Country, a muy corta distancia de la escuela pública N° 52 del balneario de los cerros, Fiorit confirmó que las tres niñas desde este lunes concurrirán a la escuela pública N° 37, ubicada bastante más lejos, en Pueblo Obrero.
El jerarca explicó que se optó por esta escuela porque tiene un número de alumnos inferior lo cual permitirá una mejor adaptación de las niñas, aunque la distancia puede generar algunas complicaciones para trasladarse desde un barrio por el que ni siquiera pasan ómnibus.
Sin embargo, este aspecto no sería el problema ya que el hermano varón de las niñas está concurriendo a la escuela desde el inicio de los cursos. Como excusas, se esgrimieron algunas barreras culturales, vinculadas a la vestimenta y a las costumbres, entre otras cosas.
Si es así, como lo indicó Héctor Fiorit, más responsabilidad tiene el equipo interdisciplinario designado para asistir a las familias refugiadas que llegaron a Uruguay, cuya función fundamental, es acompañarlas para insertarlas a la comunidad uruguaya.