El sector estuvo esperanzado en tener una buena temporada luego de la escasa actividad de la anterior. Pero el estallido de la segunda ola de Covid-19, luego la inestabilidad del tiempo y finalmente la cancelación de al menos un evento internacional previsto para marzo, hacen ver nuevamente un horizonte complejo.

La presidenta del Centro de Hoteles de Punta del Este, Analía Suárez, entrevistada este lunes en el periodístico Frecuencia Abierta de Aspen FM, dijo que como otros sectores del turismo, empezaron muy bien y entusiasmados porque incluso más allá del verano se confirmaban grandes eventos internacionales.

Recordó que cuando en Uruguay se abrían las fronteras y aún no se había desatado la segunda ola de Covid-19, ya se comenzaron a suspender viajes desde Estado Unidos, y que a partir de allí surgieron los primeros indicios de algunas cancelaciones “lo que nos sorprendía”.

Evaluó que hasta la primera quincena de enero el movimiento se puede calificar de aceptable, pero que luego conspiró el clima que, “nos arruinó la temporada”, tras lo cual, se confirmó la cancelación de la asamblea de gobernadores del BID que estaba prevista en Punta del Este para marzo.

Respecto a febrero, Analía Suárez aseguro que el panorama es absolutamente incierto porque en el actual escenario de pandemia, es algo común que la gente decida a donde ir y que hacer sobre la marcha, y que en esa decisión también influye la situación climática, por ahora inestable.

Pero además, dijo que la hotelería también está sufriendo mucho la competencia de los alquileres no regulados, que están por fuera del circuito y se concretan por uno, dos o tres días, por lo cual nuevamente piden que se regule mediante una ley de alquileres turísticos.

Dijo que en cualquier parte del mundo el alquiler de un apartamento es más caro que la hotelería, lo que no sucede en Punta del Este donde se ofrecen con todos los servicios por valores muy inferiores, y con la diferencia de que por ese concepto no pagan ningún impuesto extra.

Es por eso, además, que para compensar en algo la balanza e incentivar el turismo interno, se está solicitando la tasa cero en la hotelería para los turistas uruguayos, no solo para febrero sino para el resto del año, lo que implicaría no aplicar el IVA que actualmente es del 10%.