Puerto colmado, incesantes operaciones en el aeropuerto de Laguna del Sauce, supermercados desbordados, y un intenso movimiento en calles y avenidas, marcaron las últimas horas de 2022. Para la madrugada, fueron miles las personas que se volcaron a las ramblas o para asistir a fiestas organizadas para recibir el nuevo año.
El puerto con su capacidad colmada y un crucero con miles de turistas recibiendo el 2023 en la bahía de Maldonado, el aeropuerto de Laguna del Sauce registrando centenares de vuelos, la mayoría privados, y un intenso tránsito en el ingreso a la capital y Punta del Este, marcaron las últimas horas de 2022.
Según trabajadores y algunos operadores consultados, hace muchas temporadas que un año no comenzaba con una gran afluencia de turistas como la que se está registrando desde los últimos días, y muestra de ello es el intenso movimiento en todas las vías de tránsito del balneario y adyacencias.
Las últimas horas de 2022 marcaron un gran movimiento además en el supermercadismo; algunos establecimiento llegaron a habilitar cajas extras a su máximo previsto para atender la alta demanda, y sus amplios estacionamientos por momentos estuvieron desbordados.
Así se esperó el comienzo del nuevo año, con 9 grandes fiestas habilitadas que concentraron a miles de personas, así como distintas áreas de la rambla Mansa de Punta del Este, y fundamentalmente de la zona de boliches del puerto que ya es un clásico en estas celebraciones.
Durante la noche madrugada se reportaron varios siniestros de tránsito de distinta entidad, aunque por el momento la Policía no ha brindado información oficial. Bomberos tuvo una noche considerada como tranquila a pesar de los innumerables fuegos artificiales que se pudieron apreciar en toda la costa.
Con las primeras luces del día, este domingo varias cuadrillas de limpieza -de empresas contratadas por la Intendencia de Maldonado- comenzaron las operaciones de aseo en aquellas áreas más afectadas por las celebraciones, tanto en Punta del Este como en Piriápolis.
Precisamente en este último balneario, la rambla de los Argentinos tuvo un importante tramo cortado por la concentración de miles de personas en el entorno de un restaurante que cada año organiza una fiesta popular que ya se ha transformado en un clásico.
