La Junta Departamental de Maldonado fue la caja de resonancia que dejó al desnudo las múltiples carencias que presenta el puerto de Punta del Este -a pesar de las obras en ejecución-, el alto grado de deterioro de algunas instalaciones y la falta de servicios fundamentales con asistencia sanitaria y seguridad.

El edil Carlos Flores (PC), consideró que el puerto de Punta del Este es, uno de los emblemas turísticos no solo del departamento de Maldonado sino del país, “una postal obligada, un paseo turístico”, pero además un centro de actividades y de servicios que ocupa a un número muy importante de trabajadores.

Sin embargo se lamentó que, “debido a las condiciones en las que se encuentra el puerto hoy en día, merece que hagamos foco en distintos aspectos de su presentación, del estado de mantenimiento de sus instalaciones y de algunas cuestiones que tienen que ver con el funcionamiento en general”.

Denunció que además de las limitaciones a la hora de realizar trámites de Migraciones -lo que fue denunciado por su compañero de bancada, doctor Luis Eduardo Silvera-, hay otra serie de carencias inadmisibles a esta altura del año y a poco del inicio de una nueva temporada veraniega.

“Creo que tenemos que prepararnos para recibir de la mejor manera esa cantidad enorme de turistas que ojalá vengan; lamentablemente alcanza una recorrida por las instalaciones del puerto para ver que hay cosas urgentes que resolver”, remarcó el edil Carlos Flores.

Salud y seguridad

Dijo que tuvo contacto con autoridades del Centro de Servicios Portuarios, una asociación civil sin fines de lucro que trabaja hace más de 10 años, nucleando a los trabajadores y prestadores de servicios en el Puerto de Punta del Este, con quienes pudo conocer una realidad desconocida.

Explicó que a esta entidad “le preocupa mucho” la inexistencia de servicios de salud en la zona portuaria, ya que una policlínica en la órbita de Prefectura dejó de funcionar y no existe ningún convenio con las empresas que brindan servicios de emergencia médica móvil.

“Esto es algo que, por sentido común, creo que debería existir, dada la gran afluencia de personas que concurren al puerto como paseo público y también para asistir a los trabajadores y a los usuarios del puerto ante situaciones de emergencia que se puedan presentar”, insistió Flores.

Agregó que es un lugar que debe contar con desfibriladores disponibles en forma permanente y en lugares de fácil acceso, “ante la eventualidad de que se deban atender infartos cardíacos o accidentes cardiorespiratorios”, lo que implica además capacitar en primeros auxilios a quienes cumplen funciones allí.

También aseguró que le manifestaron su preocupación por temas vinculados a la seguridad en el área portuaria, “porque, según nos informaron, han sucedido situaciones complicadas, como agresión a personas, abordaje a embarcaciones, hurtos y situaciones de otra naturaleza”.

Complementó señalando que, si bien hay puntos en los que se solicita documentación a trabajadores y usuarios, hay zonas “perimetrales que quedan en algunos casos frente a locales nocturnos, que no están lo suficientemente cubiertas o delimitadas con ningún tipo de vallado”.

“Quizás estos dos temas, el de la salud y el de los servicios de emergencia móvil mediante algún convenio y el de la seguridad, sean los más importantes, pero quiero aclarar que esto es dentro del entorno del estado general del puerto, que merece otro tipo de mantenimiento y cuidado que el que existe”, enfatizó.

La infraestructura

Carlos Flores también hizo referencia a la situación general de la infraestructura, y sostuvo que a pesar de numerosos reclamos no se han resuelto, como el estado de algunas veredas “destrozadas, cámaras y alcantarillas “sin tapas” y equipos de asistencia a las embarcaciones “con un deterioro muy importante”.

Agregando a su exposición diversas fotografías, denunció que “se ven deterioros importantes en marinas, en decks y en rampas de acceso, instalaciones eléctricas y de agua sin mantenimiento, con conexiones herrumbradas, con cables expuestos en algunas tapas, obras que ya deberían estar terminadas…”.

También denunció la presencia de “una cantidad de embarcaciones que están abandonadas, que en realidad no se entiende cómo siguen ahí”, todo lo que favorece la presencia de roedores, acumulación de basura y aguas estancadas con los evidentes riesgos para la salud.

“Se veía ahí unas tarrinas, un mal manejo de los fluidos que se desechan por la limpieza de los motores y por los cambios de aceite que se hacen; esas tarrinas quedan ahí, en medio de la explanada, en un lugar peligroso, porque se puede producir un incendio, se pueden derramar, pueden contaminar”, agregó.

En el final, Flores apeló a la sensibilidad de los organismos públicos y privados que tienen que ver con el funcionamiento del puerto “para corregir pronto” las situaciones denunciadas, y pidió que sus palabras fueran elevadas a la Dirección Nacional de Hidrografía del Mtop, y a la Prefectura Nacional Naval.

También al Municipio de Punta del Este, a la dirección de Higiene de la Intendencia Departamental de Maldonado, al Ministerio de Salud Pública, a las mutualistas Asistencial Médica y Sanatorio Mautone, a la empresa Cardiomóvil y al Centro de Servicios Portuarios.

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