En defensa de una política de protección de la vida y el bienestar de los animales, así como de una tenencia responsable, el Poder Ejecutivo elaboró un proyecto de ley que prohíbe la realización de carreras de perros, cualquiera sea su raza, en todo el país. La normativa fue impulsada por organizaciones protectoras de animales.

La exposición de motivos del proyecto señala que las carreras de perros son una actividad que se desarrolla en el marco de la ilegalidad, provocan el sufrimiento de los animales y promueven las apuestas clandestinas, según ha sido denunciado por distintas organizaciones protectoras de todo el país.

El texto del proyecto -elevado al Parlamento el 20 de diciembre- también señala que los animales son sometidos a un entrenamiento feroz, que incluye la utilización de drogas y esteroides, y que terminan en el abandono o la muerte cuando los resultados en la competencia no son los esperados por sus tenedores.

Se agrega, además, que la Secretaría Nacional del Deporte determinó que las carreras de perros no son una práctica deportiva, ya que uno de los elementos que determinan que lo sean es que tenga como protagonista al ser humano, aunque sea como conductor de un animal, lo cual, en este caso, no se cumple.

El proyecto

El proyecto se enmarca en la política de protección de los animales en su vida y bienestar, y como corolario de las disposiciones contenidas en la Ley N° 18.471 de 27 de marzo de 2009, se proyecta avanzar en su protección, disponiendo la prohibición de la realización de una actividad que se desarrolla en la ilegalidad.

El texto remarca que provoca sufrimiento en los animales y promueve las apuestas clandestinas, tal como ha sido denunciado por distintas organizaciones protectoras de los animales, que sostienen que “las carreras de perros conllevan diversos problemas, siendo las apuestas clandestinas solo uno de ellos”.

Por otra parte, se explica que, en todo el mundo, se ha demostrado “que los animales son sometidos a un entrenamiento feroz, con uso de drogas y esteroides, reproducción, llegando al abandono y muerte cuando los resultados en competencia no son los esperados por sus tenedores”.

Actualmente, las carreras se realizan en Uruguay con mayor frecuencia, “habiéndose incrementado por los cambios normativos en la región donde ya se ha prohibido dicha práctica”. Se agrega que “la prohibición de las carreras de perros es una tendencia mundial, siendo pocos los países que permiten esa actividad”.

Quienes apoyan la realización de estas actividades han sostenido que se trata de un deporte, pero la Secretaría Nacional del Deporte analizó el asunto y se expidió, determinando que las carreras de perros no son una práctica deportiva por varias razones que fueron expuestas.

“… uno de los elementos claves que determinan que una actividad sea deportiva, es que tenga como protagonista al ser humano, aunque sea como conductor de un animal. Pero este extremo con las carreras de perros no se cumple”, expresa en forma contundente la Secretaría Nacional del Deporte.

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