El edil (s) Fernando Perdomo, del Partido Nacional, expuso en la Junta Departamental de Maldonado sobre un proyecto en el que se está trabajando, para instalar una fábrica de ticholos en el establecimiento carcelario de Las Rosas. El objetivo es crear no solo hábitos de trabajo sino responsabilidades ya que los implicados en el proyecto lo harían como monotributistas.

 

Perdomo señaló que debido a varios acontecimientos ocurridos en el mes de abril, por reclamos de los internos que terminaron con algunos desordenes y quema de colchones, y ante la necesidad de crear más fuentes de trabajo para brindar a los privados de libertad, quería compartir un proyecto en el que está trabajando.

“Estamos en este proyecto para eventualmente montar una fábrica de ticholos en la que puedan trabajar 25 reclusos en total, entre reclusos y liberados de Dinali, que puedan ir cobrando un peculio para tener un sustento para ellos o para sus familias y de paso que vayan descontando penas”, explicó.

Explicó que quienes trabajen provenientes de Dinali (Dirección Nacional de Apoyo al Liberado), podrían hacerlo como monotributistas, “cosa de poder ir teniendo la posibilidad de ir formándose en lo que es pagar un recibo, tener obligaciones e ir cobrando por producción a medida que van trabajando”.

Fernando Perdomo explicó que en este momento se planifica hacer un horno con ladrillos fabricados en el propio penal, en el que se va a “quemar tanto ladrillo, como ticholo, como cerámica”. Estaría fuera del predio por lo cual se están tramitando todos los permisos ante la Justicia.

El emprendimiento, permitirá descomprimir “… el ocio carcelario. Como me decía el jefe del penal, si los tiene a todos trabajando, no solo reducen pena sino que se incentivan con algo en la parte monetaria y de paso de noche están cansados y duermen y no andan haciendo quema de colchones ni revueltas”, dijo.

También adelantó que está trabajando con el grupo del Plan Fénix del penal, “que tiene un club de rugby que juega con la gente de allí. Y los que son liberados están realizando en este momento, con esta gente del Plan Fénix, una fábrica para elaborar galletas y alfajores…”.

Perdomo concluyó subrayando que, “el problema es que cuando el recluso sale nadie le da trabajo; esa es la realidad. Entonces, se trata de crearles el hábito de trabajo, pero, más que de trabajo, de emprendedores; crearles una empresa monotributista y que sepan que tienen que pagar una factura a fin de mes…”.

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