De acuerdo a lo informado este martes por la Intendencia Departamental, el cierre se realizará el miércoles 7 de junio y se mantendrá hasta que culminen las obras que por el momento no se informa en que consistirán. Estarán a cargo de la empresa Saceem.

“Luego de las tareas de evaluación profunda, la Intendencia de Maldonado comenzará con las obras de estabilización definitiva de la estructura que resultó afectada el año pasado y se logró asegurar en forma parcial….”, comunicó este martes la comuna aunque sin brindar otros detalles.

Desde el miércoles 7 de junio, el puente ondulante N° 2 sobre el arroyo Maldonado estará cerrado hasta tanto culminen los trabajos, lo que, “se estima que será antes del comienzo de la próxima temporada estival”, se informó, lo que hace suponer que será una obra de gran envergadura y complejidad.

El trabajo definitivo estará a cargo de la empresa Saceem, la misma que llevó a cabo el trabajo de estabilización realizado el año pasado. En tanto el puente N° 2 permanezca clausurado, el tránsito en ambos sentidos se canalizará exclusivamente por el puente Leonel Viera.

Fueron casi dos meses

El puente ondulante sobre el arroyo Maldonado -denominado N° 2-, había sido clausurado de urgencia el jueves 22 de septiembre de 2022 como consecuencia de graves problemas estructurales que se manifestaron con la separación paulatina de la estructura de las dos cabeceras.

Luego se confirmó una pronunciada caída de la estructura que prácticamente bajó al nivel del cauce del arroyo Maldonado, por lo que tras una serie de inspecciones de urgencia, se decidió contratar a la empresa Saceem que, realizó un trabajo contrarreloj y sin precedentes en materia de ingeniería civil.

Mientras se fueron construyendo dos ataguías sobre el margen Oeste del arroyo, se colocó una carga de 60 toneladas en cada uno de los extremos de la estructura para detener la caída, y el grupo metalúrgico CIR comenzó a fabricar cuatro gigantescas vigas a medida.

Finalmente se erigieron 8 pilotes (2 sobre las ataguías y los otros 6 hincados en el lecho del arroyo) sobre los que se apoyaron las vigas transversales por debajo de la estructura que, paulatinamente fue levantada mediante la utilización de potentes gatos hidráulicos (había bajado 1 metro 18 centímetros).

Realizadas distintas pruebas de resistencia, se pintaron señalizaciones, al tiempo que se colocó un control de velocidad y peso, ya que quedó absolutamente prohibido el tránsito pesado. Tras 57 días de clausura, el viernes 18 de noviembre el tránsito quedó habilitado aunque hubo cierres parciales posteriores.