Sobre la hora 4.30 del sábado 6 de agosto de 2022, se desataba un incendio que con el paso de las horas se transformaría en el más grande que haya afectado a un centro comercial de Punta del Este en toda su historia. Hubo pérdidas millonarias aunque afortunadamente no hubo que lamentar víctimas fatales o heridos.

 

“El fuego, cuyo origen procuran establecer los peritos de Bomberos, se detectó sobre la hora 4.30 de la madrugada de este sábado en instalaciones de la panadería del supermercado Tienda Inglesa, demandando un rápido despliegue de la seguridad interna y de los soldados del fuego”.

Así era la primera información que brindaba MaldonadoNoticias, cuando las expectativas eran que, con el paso de las horas la situación se controlara y no pasara a mayores. Sin embargo, terminó siendo el incendio más grande en un centro comercial en la historia de Punta del Este.

El siniestro se inició en un horno de panificación ubicado a los fondos del subsuelo del local de Tienda Inglesa (el más importante de la cadena), pero luego transformó a toda el área ubicada por debajo del salón de ventas en un verdadero horno con temperaturas que rondaron los 800°C.

Aunque sobre mediodía de aquel sábado 6 de agosto se daba por controlada la situación, evitando incluso que las llamas avanzaran hacia otros sectores, sobre media tarde se detectaron nuevos focos que lograron pasar hacia otras áreas a través de los ductos de ventilación.

Veinticuatro horas después, el incendio estaba fuera de control y avanzaba sobre toda el ala Noreste de Punta Shopping, provocando daños irreparables en decenas de locales comerciales de todo tipo, desde una casa de pagos, hasta una librería, pasando por boutiques y casas de deporte, entre otras.

Al anochecer del domingo 8, a 40 horas de haberse desatado el incendio todas las áreas de Tienda Inglesa estaban totalmente destruidas, así como decenas de locales linderos hacia donde avanzó el fuego durante toda la jornada, atravesando desde el fondo del edificio hacia la entrada principal.

Recién el lunes 8 se consideró controlado el descomunal siniestro, aunque en varias zonas persistían pequeños focos y sectores que concentraban altas temperaturas, a lo que se sumaba el confirmado riesgo de derrumbe del área que ocupaba Tienda Inglesa, totalmente colapsada.

De acuerdo a los últimos datos aportados por Bomberos en ese momento, gran parte del edificio no corría riesgo de colapso, aunque podían ocurrir desprendimientos, por ejemplo en la zona de Tienda Inglesa (ala Norte del edificio). Entre un 70% y un 80% del edificio fue afectado.

El sector donde se ubica Casinos del Estado, el complejo de salas de cine, gran parte de la plaza de comidas y todos los locales comerciales ubicados en la misma zona y en los exteriores sobre los fondos del edificio y calle Pascual Gattas, no sufrieron más que presencia de humo y hollín.

Durante los días siguientes, peritos de Bomberos y técnicos hicieron una evaluación y un mapa de riesgos con recomendaciones, para finalmente el sábado 13 de agosto (una semana después de iniciado el fuego), bajo acta, entregar el edificio semidestruido a los propietarios del centro comercial.

El sábado 13 de agosto, poco antes de mediodía se entregaron las instalaciones, luego que los expertos de Bomberos dividieran todo el edificio siniestrado en 3 zonas dependiendo del grado de afectación sufrido por cada una de ellas:

• Sector “A” o zona verde: Corresponde al extremo Sureste del Shopping y fue el sector que Bomberos logró evitar que fuese afectado. Allí se autorizó el ingreso de personal para limpieza y acondicionamiento.

• Sector “B” o zona amarilla: Zona neutra o intermedia donde hubo daños por exceso de temperatura y/o de los gases de la combustión. En esta zona se debieron analizar las acciones a seguir por parte de personal técnico idóneo.

• Sector “C” o zona roja: Área crítica con riesgo de colapso estructural inminente y con partes de la estructura edilicia colapsada. Allí no se autorizó el ingreso al lugar, debiéndose demoler la estructura.

Hubo que mantener delimitados entre sí los tres sectores mencionados, y el ingreso a los sectores autorizados debía realizarse portando equipamiento de protección personal como cascos, gafas, ropa de trabajo, guantes, zapatos de seguridad, entre otros.

Además de lo establecido, hubo que realizar acciones inmediatas correctivas con respecto a la instalación eléctrica (en coordinación con UTE), instalación de agua (con OSE), instalaciones de GLP (Gas Licuado de Petróleo) u otro combustible (con el respectivo proveedor).

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