Durante muchos años, con epicentro en rambla De los Argentinos y calle Atanasio Sierra, se ha festejado la llegada de un nuevo año. Lo que comenzó como una celebración casi familiar, en torno a un restaurante de esa esquina que “ponía música”, se transformó en un evento multitudinario que ha generado problemas.
En Piriápolis se instaló una nueva polémica, a partir de la decisión del municipio de esa ciudad, de no autorizar una fiesta de recibimiento del año nuevo que tradicionalmente se hace desde hace mucho tiempo en la calle, a la altura de rambla De los Argentinos y Atanasio Sierra.
Lo que comenzó casi como un festejo familiar y de algunos grupos de amigos, en el entorno de un restaurante de esa esquina desde el que se aportaba la música hacia la calle, se transformó con el paso de los años en una evento multitudinario al que nadie quiere faltar, sin necesidad de pagar nada.
Sin embargo, ese crecimiento desmedido de la celebración, que entre otras cosas implicaba el corte del tránsito en esa zona neurálgica de la ciudad, desembocó en los últimos años, lamentablemente, en algunos incidentes y daños principalmente en el mobiliario público, sin que nadie se hiciera responsable.
El volumen que tomó la celebración, la falta de responsables que incluso instalen baños públicos para servicio de los miles de asistentes y se encarguen posteriormente de la limpieza de todo tipo de elementos, entre ellos botellas de vidrio rotas, llevó al municipio a no autorizar la fiesta.
Las versiones son encontradas, entre quienes defienden el evento porque se trata de una fiesta que ya es un clásico con la llegada de cada nuevo año, y por el otro la falta de coordinación previa, con responsables ante las autoridades tanto municipales, como policiales y de bomberos.
Sin embargo, las autoridades igualmente están en una encrucijada, porque es inevitable impedir a residentes o visitantes que quieran volcarse a celebrar la llegada del nuevo año en la principal arteria de la ciudad, con los encantos que encierra la rambla De los Argentinos y el mar.