A través de un procedimiento de la dirección de Medio Ambiente, en conjunto con el Municipio de Garzón y José Ignacio, fueron intervenidas dos obras particulares que estaban haciendo uso de espacio público en la zona costera. Además, se estaba destruyendo una duna y construyendo un cerco más alto de lo permitido en la playa.
La directora de Medio Ambiente de la Intendencia de Maldonado, Bethy Molina, confirmó que dos obras con irregularidades fueron detenidas en el balneario José Ignacio. Explicó que una de ellas estaba destruyendo una duna y construyendo un cerco más alto de lo permitido en la zona de playa.
Agregó que esa obra se detuvo, además, porque no contaba con la habilitación de la Intendencia de Maldonado ni de la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea. “Fue detenida hasta que obtengan los permisos y se ajusten a la normativa vigente con la que no están cumpliendo”, aclaró.
La segunda obra detenida se encuentra en la zona de Laguna Escondida -Ruta 10, pasando José Ignacio-, y también ocupaba espacios públicos y de la faja de defensa de ruta. En este caso, un particular propietario de una chacra -en un área rural potencialmente transformable-, estaba interviniendo en su predio.
En el lugar, “había un sauna, tanques y contenedores, generando entradas hacia su predio afectando la vegetación y el espacio de defensa de faja de ruta”, explicó Molina. Se confirmó que la dirección de Urbanismo no había otorgado ningún permiso y tampoco exhibieron el del Ministerio de Ambiente (MA).
Se aplicarán las multas que correspondan, pero se espera que a la brevedad cuenten con los permisos de la Dinacea para que, recién luego, Urbanismo de la administración departamental otorgue la habilitación, en función de correcciones que pueda hacer el MA y limitaciones que pueda establecer la propia Intendencia.