Franco Adrián Toro, fotografía de una de sus cuentas en redes socialesEn Punta del Este, el bahiense se encontraba trabajando en el sector gastronómico aunque también es tatuador, amante de los animales y del arte. Las esperanzas de encontrarlo con vida se van desvaneciendo con el paso de las horas, y el replanteo de los operativos de búsqueda a partir de este viernes, apunta a recuperar su cuerpo.

 

Franco Adrián Toro (30) es oriundo de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, Argentina, y se encontraba trabajando junto a otros extranjeros en un centro gastronómico de Punta del Este como mozo, aunque era tatuador, amante de las mascotas (algunas exóticas) y también de distintas expresiones artísticas.

Este miércoles 1° de enero muy temprano a la mañana, fue a la costa de Punta del Este junto a amigos, a la zona ubicada entre playa El Emir y la escultura de Los Dedos. Es una zona peligrosa, con un área rocosa que solo frecuentan los muy conocedores como los surfistas que pueden verse todo el año corriendo olas allí.

Esa mañana, poco después de la hora 7.00, el reconocido reportero gráfico Ricardo “Chango” Figueredo, se encontraba recorriendo la costa de Punta del Este, registrando las imágenes de la primera mañana del nuevo año, cuando en la zona de rocas junto a la playa El Emir, vio a dos chicas en el agua, aparentemente en problemas.

No dudó el intentar comunicarse con el 9-1-1 de la Policía, pero terminó haciéndolo con la Prefectura del puerto de Punta del Este a través de un teléfono más directo que tiene entre sus contactos. Contó lo que veía y pidió apoyo porque percibió que la situación de las jóvenes era compleja en una zona muy peligrosa.

Fue en ese interín que dos jóvenes -uno de ellos Franco Adrián Toro- se lanzaron al agua, así como otro argentino con formación como guardavidas que pasaba por el lugar. Una de las chicas salió por sus propios medios, así como el guardavidas argentino, mientras que la otra joven y uno de los hombres fueron auxiliados por personal de Prefectura.

Quien nunca más fue visto en la superficie del mar fue Franco Adrián Toro, quien, se presume fue “chupado” por las conocidas y peligrosas corrientes de retorno, que son imperceptibles a la vista, pero ejercen una gran fuerza y suelen desgastar a quien es atrapado e intenta salir de ellas en lugar de dejarse llevar.

Franco Adrián Toro, había llegado a Punta del Este junto a su novia Georgina -también tatuadora y trabajando como moza en la península-, para hacer “la temporada”. Según medios argentinos, el objetivo de la pareja era “juntar dinero” para sacar pasajes y viajar a Europa cuando termine el verano en esta región.

Búsqueda compleja

Cumplida este jueves 2 de enero la segunda jornada intensa búsqueda, con unidades de superficie de Prefectura, guardavidas y nadadores especializados, así como una unidad aérea de la Aviación Naval y drones, no hubo resultados positivos en la zona de la desaparición, por lo que se replantea el operativo.

La zona de la desaparición es compleja, no está habilitada para baños, pero además de las temidas “corrientes de retorno”, se encuentran muy cerca de la costa los restos del buque “Santa María de Luján” que quedó varado en las rocas cargado con madera procedente de Brasil, el 21 de julio del año 1965.

Entre los restos se encuentra la caldera del barco, un espacio de importantes dimensiones donde se acumulan restos de redes y otros elementos. A ese lugar es al que no han podido acceder hasta este jueves los buzos tácticos de la Armada que están a la orden en Punta del Este para cuando las condiciones mejoren.

A esta altura, las esperanzas de encontrar a Franco Adrián Toro son remotas, por lo cual el replanteo de la búsqueda a partir de este viernes se centrará en recuperar su cuerpo. Estiman que pueda estar atrapado en la caldera del barco, o aferrado entre rocas en el área de la desaparición. De lo contrario, su cuerpo saldría a flote en las próximas 48 a 72 horas.

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