Este miércoles cientos de personas de todo el departamento de Maldonado se sumaron a la movilización nacional e internacional de contra de los feminicidios, bajo la consigna #NiUnaMenos. Fue en la plaza San Fernando, en simultáneo con otras ciudades de Uruguay y varios países de la región.

Una multitudinaria concentración se realizó este miércoles en la plaza San Fernando de la ciudad de Maldonado, donde cientos de personas se sumaron al repudio nacional e internacional por los feminicidios, un flagelo que viene en crecimiento y sacude a toda la sociedad. 

La movilización comenzó a gestarse en Argentina bajo la consigna “#NiUnaMenos”, en repudio a los feminicidios cometidos en ese país, y seguidamente la Coordinadora de Feminismos de Uruguay, decidió adherirse y sumarse a la protesta, logrando convocatorias en varios puntos de nuestro país.

En Maldonado, la convocatoria fue realizada por Feministas Auto Convocadas quienes invitaron a sumarse a la protesta, para mostrar que “las muertes de mujeres por ser mujeres no son el problema de un país, sino que trasciende las fronteras nacionales, porque es un problema social, de todos y todas como sociedad”.

La movilización se hizo causa común para cientos de personas que en la tarde-noche de este miércoles se concentraron en la plaza céntrica de Maldonado; participaron personas de todas las edades, referentes de varios partidos políticos, y representanes de entiades sociales que trabajan en esta problemática.

También estuvieron presentes, familiares y amigos de Yamila Rodríguez, victima de feminicidio en nuestro departamento. También estuvieron presentes y acompañando en todo momento,  familiares y amigos de Yamila Rodríguez, la joven que fuera victima de feminicidio en noviembre del 2014, en nuestro departamento. 

La manifestación comenzó con una parte oratoria a cargo deel grupo de jóvenes que integra la Red De Adolescentes y Jóvenes contra la Trata de Personas (RATTju), y el colectivo de Feministas Auto Convocadas Maldonado.

Posteriormente se realizó una marcha por la peatonal Sarandí y al retornar a la plaza San Fernando se realizaron lecturas de poemas referidos a la problemática y performances artísticas para concientizar sobre este flagelo.

Jóvenes comprometidos

El grupo de jóvenes de la Red De Adolescentes y Jóvenes contra la Trata de Personas (RATTju) fueron los encargados de abrir la parte oratoria. Mediante una proclama señalaron que “como grupo de jóvenes y adolescentes uruguayos que se declaran en contra de la trata de personas y explotación sexual, nos sumamos y también decimos ¡Ni Una Menos!”.

Señalaron además que repudian “la violencia machista que día tras día golpea, viola, oprime, explota, vende y mata a nuestras mujeres y a mujeres de todo el mundo.

"Violencia machista que responde a un sistema desigual, que mediante sus lógicas perversas justifica todo tipo de vulneración de derechos de miles de niñas, niños, adolescentes y mujeres, haciendo de éstos meros objetos, que pueden ser alquilados, vendidos, comprados, en un mercado que es servil a exigencias y preferencias del hombre”.

Rechazaron “rotundamente la cosificación del cuerpo femenino, fomentada muchas veces por los medios de comunicación. Porque tenemos que aceptar que esto no es un problema que atañe solo a las mujeres, sino que es un problema de todos y todas, del cual debemos hacernos cargo como sociedad”.

“Porque es con acciones cotidianas que podemos crear otra realidad posible. En nuestras casas, en nuestros trabajos, en las instituciones educativas, en las comunidades de las que formamos parte”, proclamaron.

“Exigimos que la trata de personas sea parte de la agenda política de nuestro gobierno. Eduquemos para respetar y no para violar derechos. Por eso, nuevamente decimos: Ni Una Menos”, concluyeron.

“Tocan a una, tocan a todas”

Posteriormente se dio lectura a la proclama central de la convocatoria, realizada por el colectivo de Feministas Auto Convocadas Maldonado, la cual compartimos en su totalidad a continuación:

“Hablamos porque nos cuesta impetuosamente entregarnos a esta cultura donde la aceptación a la dominación y opresión se han normalizado naturalmente. Porque el patriarcado sigue jodiéndonos a todas y todos, en la calle, en el ámbito laboral, en el aspecto socio-politico-económico, y en nuestras casas. Pero sobretodo en nuestras cabezas y en nuestros propios cuerpos. Sabemos que no es “uno que se ha vuelto loco” que no son “casos puntuales”, que es una aberrante postura que se llama “machismo” y un desigual sistema llamado “patriarcado”. Que no ha pasado desapercibido estos últimos años, trayéndose una lamentable cifra de feminicidios, violaciones sexuales y maltratos. Que golpean, golpean contra quienes han tenido que vivir estas situaciones, golpean contra las nuevas generaciones, golpean contra familias enteras e inevitablemente golpea también sociedades que buscan todavía una identidad más pura, más digna que tener entre sus méritos una lista de estadísticas que demuestran que las mujeres nos seguimos ganando el primer puesto en ser discriminadas y violentadas.

Venimos de un 2014 en el que cada 15 días una mujer era asesinada por su esposo, novio o ex pareja. Ese mismo año tuvimos que llorar, gritar y perder a 28. Hoy, a 3 de Junio de 2015 nos gustaría decir que el panorama es diferente, que no nos están matando, golpeando y violando sólo por ser mujeres. Nos encantaría decir que no nos sigue matando por segunda vez la violencia simbólica en los medios de comunicación cada vez que hay una nueva víctima de abuso sexual o feminicidio. Nos complacería un montón, de verdad, poder decirles hoy que no sufrimos violencia institucional cada vez que con la integridad física y psíquica rota nos dirigimos a hacer una denuncia por violencia de género.

Pero la realidad es diferente, porque en lo que va del 2015 vamos contando 20 mujeres asesinadas por violencia machista. Y siguen apareciendo titulares en las crónicas rojas de tipo “algo habrá hecho” o “se lo estaba buscando” que después de cada violación o feminicidio nos hacen a las mujeres responsables de nuestras desgracias.

Así que nos toca volver con toda una agenda de temas políticos, sociales, económicos, jurídicos, laborales, médicos y sexuales. Porque como todas y todos sabemos, el escenario de nuestra lucha tuvo y tiene que variar desde el ámbito cotidiano de la cocina o el dormitorio hasta los espacios resonantes de la Justicia o el Parlamento, teniendo que lidiar desde nuestros hogares y los mencionados espacios con una gran fuerza emotiva.

Por sobre todas nuestras exigencias, buscamos accionar solidarizándonos con aquellas compañeras que han quedado en el olvido, intentando gozar de su vida como todas y todos deberíamos, sólo por el hecho de ser mujeres. Y a través de la empatía, se nos hacen piel sus quejas, sus reclamos, sus voces silenciadas por pura prepotencia del hombre. Y nos toca volver a abrir la herida, nada más y nada menos que tomando las calles con nuestras voces, desenterrando el grito, haciendo frente al silencio, que disfraza la muerte injusta, que acalla el miedo en la ignorancia, que perpetúa el odio, que justifica el abuso y victimiza víctimas.

Nos toca gritar con la frente en alto por las compañeras que se fueron y por las que vendrán. Éstas son hoy nuestras exigencias:

-Denunciamos que la Ley Nº 17.514 supuso todo un despliegue de buenas intenciones, pero que la carencia de medios y la aberrante falta de formación y sensibilidad en la policía, en la abogacía, en los equipos psicosociales y en la judicatura acaban generando que al maltrato machista se añada un maltrato institucional que muchas mujeres han sufrido y sufren en sus procesos.

-Denunciamos que hoy personas denunciadas por acoso sexual, vinculadas a violación de los derechos humanos estén ocupando cargos de poder, cargos de confianza, como es el caso de la jefatura de policía de Maldonado.

-Exigimos al gobierno una política seria contra este flagelo, que se llama feminicidio y nos está matando.

-Queremos el compromiso de todas y todos para la construcción de una sociedad donde no tengan cabida las violencias machistas en todas sus expresiones: económica, estética, sexual, laboral, física, psicológica, institucional, religiosa o en forma de trata con fines de explotación laboral y sexual. Estas fueron hoy nuestras exigencias y nos seguirán escuchando siempre. Porque tenemos la rabia, el corazón y nuestras voces. Porque somos feministas, independientes e irreverentes.

¡Que el grito se contagie compañeras y compañeros! ¡Ni una muerte indiferente!

¡Ni una menos!

¡Tocan a una, tocan a todas!”

(Fotos: MaldonadoNoticias) 

{gallery}NiUnaMenos{/gallery}

e-max.it: your social media marketing partner