A pesar de que la lista de espera es extensa, Uruguay está primero en América Latina en relación a su población, en cantidad de trasplantes de órganos y tejidos, con un promedio de 140 intervenciones de riñón, 25 de hígado y 140 injertos de córnea al año, sumados a las cardíacas y otros procedimientos. Con una serie de actividades de promoción y difusión, el Ministerio de Salud Pública (MSP) conmemora este domingo 15 de noviembre el Día Nacional de la Donación y el Trasplante en Uruguay, donde el primer tipo de intervención de esa naturaleza que funcionó fue renal.
En la historia de Uruguay se han realizado más de 2.000 trasplantes de riñón, cifra que lo coloca numéricamente como el más importante, no así por lo que significa en el impacto de la vida de la persona, como puede ser uno cardíaco o algunos hepáticos, porque en estos casos del procedimiento depende la vida.
La directora del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos, Milka Bengoechea, confirmó que en nuestro país se han efectuado más de 3.000 trasplantes de órganos y tejidos. En términos comparativos con la región y el mundo, Uruguay está bien posicionado en esta materia.
En 2014 el país mostró las mejores cifras de América Latina, en relación a su población. Bengoechea advirtió que igual no se puede estar conforme del todo, dado que la lista de espera de uruguayos por un órgano o un tejido para mantener su vida o mejorar su calidad sigue siendo importante.
“La sociedad uruguaya es muy solidaria y el instituto y los equipos de trasplantes desarrollaron una actividad importante, pero siempre es insuficiente para las necesidades que se tienen”, reflexionó. Al año, se registra una lista de espera que ronda los 1.200 pacientes.
“Tenemos un déficit entre lo que estamos dando y lo que se necesita. Esto es así acá y en cualquier lugar del mundo”, agregó, porque “hay una diferencia entre la necesidad asistencial y lo que se logra trasplantar, pero esto no depende en nuestro país de una actitud de no solidaridad de la población.
Por ley
La primera ley de trasplantes se aprobó en Uruguay en 1971 y se basaba en “un modelo de consentimiento expreso”, es decir que para ser donante la persona debía expresarlo de modo concreto. Si la persona que fallecía no tenía una expresión de voluntad escrita, se consultaba a su familia, que era la que finalmente decidía.
En 2012 se promulgó la Ley N° 18.968, que cambió el modelo de la donación por lo que se llama el “presunto”. “Ahora todos los uruguayos somos donantes a no ser que hayamos expresado en vida que no queremos serlo”, subrayó Milka Bengoechea.
Ahora se informa a la familia que la persona no tiene una expresión de voluntad negativa. Añadió que la sociedad respondió muy bien a este cambio y que hay muy pocos casos de negativa familiar. También es poca la gente que a partir de la vigencia de la ley hizo el trámite para expresar su negativa a la donación.
“Los uruguayos pueden expresarse a favor de la donación, pueden firmar un consentimiento en vida confirmando que quieren ser donantes, porque permite que la familia, ante un hecho desgraciado, conozca la posición puntual de la persona sobre el tema”, aclaró.
En el marco del Día Nacional de la Donación y el Trasplante, que se conmemora este domingo, se prevén actividades organizadas en conjunto con la Asociación de Trasplantados del Uruguay (ATUR) e incluyen una concentración a las 10.30 horas ante el Monumento al Donante, ubicado frente al Hospital Pereira Rossell.
El acto incluirá la colocación de una ofrenda floral y contará con la presencia del ministro de Salud Pública, Jorge Basso. Posteriormente se trasladarán a la Pista de Atletismo, en el parque José Batlle y Ordóñez, donde habrá una posta simbólica con la participación de deportistas trasplantados.
Finalmente se realizará un homenaje a pioneros del trasplante en el país, y a profesionales relacionados con la diálisis y otras alternativas terapéuticas, que participaron en la mejora de la calidad de vida de pacientes en la lista de espera.