El control de los recipientes que capten agua es la principal acción contra el desarrollo de criaderos de mosquitos Aedes Aegypti, el vector de los virus dengue, zika y chukungunya. El Ministerio de Salud Pública (MSP, recomienda además otras medidas de control, como la instalación de mosquiteros, el uso adecuado de repelentes, fumigaciones puntuales y el uso de ventiladores o aire acondicionado.
Para el control del vector, se recomienda tapar de forma hermética tanques o depósitos de agua de uso doméstico, colocar boca abajo las botellas o bollones, poner bajo techo los neumáticos que aún tienen uso, y eliminar descartables o envases inútiles.
El objetivo es que el agua limpia no se quede depositada en ningún recipiente, de cualquier tamaño y que tenga paredes rígidas. Esos son los lugares ideales para que la mosquita Aedes Aegypti deposite sus huevos. Lo hace incluso en pequeñas tapas plásticas de botellas.
En cuanto a los cuidados dentro del hogar, lo mejor es rellenar con arena los platos de las macetas, revisar el depósito de agua de la heladera y del aire acondicionado, la bandeja del secaplatos, jaboneras, inodoros o cisternas en desuso. Es importante cambiar frecuentemente el agua de floreros y bebederos de las mascotas.
Por otra parte, el MSP recuerda que el uso de productos químicos como insecticidas es una alternativa más, complementaria aunque no sustitutiva. Se recomienda que la utilización de sustancias insecticidas en el domicilio sea realizada por adultos que hayan leído atentamente las instrucciones.
La directora de Epidemiología del MSP, Gabriela Willat, reiteró que “la eliminación de los criaderos es la medida de mayor impacto, más efectiva y sostenible, por lo que debe ser considerada la principal medida de control” y encarada por cada uno de los ciudadanos.
No es fácil
La erradicación del mosquito es muy difícil, pero los antecedentes históricos demuestran que controlarlo es posible. El Aedes Aegypti es conocido en América Latina por transmitir la fiebre amarilla, enfermedad que brotó en 1859 en Montevideo y en 1871 en Buenos Aires.
Una ardua campaña de las autoridades y población en general durante las décadas del ’50 y ’60 en el siglo XX, permitió la eliminación del mosquito vector durante 39 años en 21 países del continente. En Uruguay se comprobó su reintroducción en 1997.
“A partir de ese año, se ha extendido por todos los departamentos aunque la infestación es heterogénea, con índices elevados en las localidades del litoral frontera con Argentina”, dijo la experta en epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Gabriela Willat.
Para reproducirse, necesita “apoyarse en la pared del recipiente, el agua por ende debe estar contenida y quieta. Por eso, es importante la eliminación adecuada de recipientes no útiles en la casa y sus alrededores, remarcó finalmente la especialista.