Un grupo de funcionarios de la cárcel de Las Rosas, así como un número no precisado de reclusos, están padeciendo salmonelosis, según denunciaron a MaldonadoNoticias familiares de dos internos. Los funcionarios del INR se encontrarían internados, en tanto no se sabe la situación de los reclusos.

Familiares de dos internos de la cárcel de Las Rosas, se comunicaron esta noche con MaldonadoNoticias, para manifestar su preocupación por un brote de salmonelosis que ya habría afectado a un número no precisado de funcionarios y reclusos.

Se estima que la salmonella está presente en alguno de los alimentos que se consumen dentro del establecimiento, los que a raíz de las altas temperaturas de los últimos días, pueden haber estado sometidos a condiciones de conservación inadecuadas.

El Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) no ha emitido ninguna información oficial a este respecto, como tampoco desde la dirección del propio centro de reclusión, donde reinaría un gran nerviosismo por la posibilidad de que el número de afectados pueda aumentar.

No hay información oficial sobre el destino de los funcionarios del INR afectados, como así tampoco de los internos, aunque en el caso de los primeros, habrían sido trasladados horas atrás a centros asistenciales de la ciudad de Maldonado donde son asistidos.

La esposa de un interno de Las Rosas, dijo a MaldonadoNoticias que para este martes se espera una inspección de funcionarios de laboratorio de la Intendencia de Maldonado que tomarán diferentes muestras, y de la Dirección Departamental de Salud para evaluar la situación.

Durante la pasada jornada, los reclusos que trabajan en la cocina fueron ordenados a realizar tareas de limpieza y desinfección de todas las instalaciones, como forma de cortar las fuentes de contaminación que por el momento no se pudo establecer donde están.

La misma mujer, se quejó por las condiciones de la comida y las medidas restrictivas adoptadas por la nueva dirección, que ni siquiera permitiría el ingreso de bidones de agua para los internos, autorizándose solamente el ingreso de dos litros y medio por cada día de visita.