El 8 de diciembre se celebra el tradicional “Día de las Playas” fecha simbólica que marca el inicio de la temporada de playas y veraneo. En ese marco, el SINAE invita a reflexionar sobre las conductas responsables que eviten posibles accidentes en el agua o ahogamientos.
Según datos de la OMS, en nuestro país, se registra un promedio de 130 personas ahogadas por año y el 94% de los siniestros ocurren en zonas no habilitadas para baños. Aunque son más visibles durante el verano, los ahogamientos ocurren todo el año, en el mar, arroyos, lagunas o ríos de todo el país.
El mayor porcentaje de ahogamientos en nuestro país, se registra entre adultos de más de 44 años, seguido por adolescentes y jóvenes (40%), y en todos los casos, prevalece la cifra de hombres fallecidos sobre la de las mujeres.
La principal causa es sobrestimar las posibilidades propias y subestimar las condiciones del entorno en el momento de tomar un baño. Un dato contundente es que el 94% de los siniestros tiene lugar en zonas no habilitadas para baños.
En ese sentido, se recomienda tener presente la premisa de que playa con guardavidas, es playa segura, por lo cual el SINAE hace un llamado a extremar los cuidados y a tener conductas responsables.
Cabe destacar que la educación acuática para la prevención, es la única que puede evitar la pérdida de vidas, aunque las autoridades aclarar que saber nadar no es suficiente a la hora de prevenir ahogamientos.
En efecto, expertos en la materia hablan de la necesidad de tener competencias acuáticas que implican el conocimiento de determinadas aptitudes que contribuyan al cuidado personal, como por ejemplo saber flotar en el agua.
Como el año pasado, el SINAE se comprometió a colaborar con la Asociación Nacional de Guardavidas Uruguay, que es quien lidera en temas de seguridad y prevención acuática en nuestro país, en una campaña de sensibilización.
En el marco de esa campaña, ANGU y SINAE recomiendan: Al momento de tomar un baño escoger siempre zonas habilitadas para tal fin. Éstas son las que tienen puesto de guardavidas.
En caso de ser arrastrado/a por una corriente, mantener la calma y la flotación. No nadar contra corriente. Nadar en paralelo hacia la costa hasta salir de su influencia o flotar para esperar ayuda manteniendo el brazo en alto (es la señal internacional de auxilio).
Si no se conoce el lugar, chequear previamente la profundidad con los pies. Entrar al agua con la cabeza hacia adelante, nunca “de cabeza”. Recordar que los niños son responsabilidad de la persona adulta a cargo, por lo cual lo adecuado es mantenerlos al alcance de los brazos.
Cuando el viento corre de tierra hacia el mar, no jugar con inflables en el agua. En situaciones normales, si el inflable va mar adentro, no ir detrás a recuperarlo. Ante un siniestro acuático, lo primero que se debe hacer es pedir ayuda al guardavidas apostado más cerca.
La forma más segura de colaborar, es no ponerse en riesgo. De ser posible, ayudar arrojando algún objeto flotante como bidones o botellas, o arrojando algún objeto de alcance, como cuerdas o ramas.