La obesidad y el sobre peso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Es un gran factor de riesgo para muchas enfermedades crónicas como Diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, cada año mueren como mínimo 2,8 millones de personas a causa de complicaciones relacionadas a este problema.
Solía considerarse un problema de países de altos ingresos pero en la actualidad la obesidad está siendo cada vez más común en países de ingresos bajos. Lo que indicaría que el problema podría ser de calidad y no de cantidad. Estados Unidos es un claro ejemplo de esto, las personas sin hogar, que viven en la calle muchas veces son obesas.
Para frenar esta epidemia es necesaria una estrategia poblacional y multidisciplinaria que incluya iniciativas de vigilancia, prevención y tratamiento.
En Inglaterra estudios hechos en el año 2012 muestran que para el 2020 un tercio de la población de Reino Unido tendría obesidad.
La principal causa para estos números alarmantes es que se está haciendo algo mal en cuanto a la alimentación. Atrás de lo que comemos hay otros factores que influyen, factores genéticos la cantidad de alimentos que comemos, la actividad física etc.
Pero un factor que cada vez preocupa más a las autoridades es el marketing que se hace en cuanto a lo que comemos, digamos que es como el aspecto “social” de la alimentación, más que nada de los productos que se consumen.
En Inglaterra se habla de la “Americanización” de la forma en que se come y de la globalización de las marcas que llegan al consumidor. Especialistas en sobre peso y obesidad dicen que el inglés promedio no ha afectado tanto sus hábitos en cuanto a actividad pero si en la alimentación, sobretodo en cuanto a la ingesta de azúcar.
Comparado con los Estados Unidos, Inglaterra tiene más regulaciones en cuanto a los ingredientes de los alimentos, por ejemplo la cantidad de grasas trans en cada producto. También el etiquetado ayuda a tomar mejores decisiones en cuanto a que productos comprar a la hora de comer saludable.
Pero de todas formas cada vez más se hace hincapié en prestar atención a lo que compramos siguiendo las pautas de que es saludable en vez de que es lo que conviene al bolsillo. Para esto lo importante es que el consumidor pueda tener la libertad de elegir según lo que es saludable y no lo que salga más barato que casualmente es lo menos saludable en la mayoría de los casos.
En los últimos años ha habido varias campañas en cuanto a la prevención de la obesidad y a la venta de productos saludables. El famoso chef británico Jamie Oliver realizó una iniciativa para prohibir alimentos no saludables en las escuelas y promover los buenos hábitos de alimentación, la cual tuvo sus frutos.
El gobierno reguló en las escuelas que los fritos solo se sirvieran en los comedores escolares dos veces por semana y que no estén permitidas las bebidas gaseosas.
En el 2013 especialistas de todo el Reino Unido se unieron para trabajar en esta epidemia y presentaron un reporte con un plan de acción con varias recomendaciones para hacer campaña con profesionales de la salud, escuelas y el gobierno en general. Algunos de los puntos planteados incluían:
· Estándares para comida en los hospitales.
· Prohibir locales de comidas rápidas cerca de las escuelas.
· Aumentar un 20% el precio de bebidas azucaradas.
· Promover las etiquetas “Semáforo” etiquetas que en cada producto muestren el contenido de grasas, azucares, sal etc en rojo verde y amarillo según los niveles de cada componente.
· Prohibir propagandas de comida alta en grasas saturadas y azucares en Televisión antes de las 9 de la noche.
Las últimas medidas que plantean las autoridades se basan en que la obesidad está siendo la mayor amenaza en la salud de las mujeres. Entre estas medidas se incluyen también re plantear los tamaños y porciones de los productos que estén a la venta, sacar las golosinas de las cajas de los supermercados y si es necesario aumentar el costo de productos no saludables y sus impuestos así como se hace con el tabaco.
Otro problema a tratar son los casos de mujeres embarazadas y el mito cultural de que “tienen que comer por dos”. Una medida importante es que el personal de salud haga hincapié en el apoyo nutricional que debe tener la mujer en el embarazo.
Cabe destacar que en el sistema nacional de salud en Reino Unido (público y gratuito) es muy difícil llegar al tratamiento con especialista, está todo muy centralizado en el médico general y los seguros privados muchas veces no cubren dietistas ni nutricionistas.
Así que nuevamente como en muchos temas de salud no solo en Inglaterra sino en la salud pública mundial lo mejor es focalizarse en la prevención para evitar tener que buscar una cura en un futuro.
*) Nacida en Punta del Este-Uruguay, reside en el exterior desde 2010 (Washington DC- EEUU y actualmente Cambridge-Inglaterra).
Columnista de Frecuencia Abierta (Aspen FM de Punta del Este), comenzó en 2002 y se unió al equipo nuevamente en 2011.
Blogger y fotógrafa. Escribe sobre viajes, ciencia, historia y temas de actualidad.
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