*) Cr. Daniel Pelenur

Entro a mi empresa, no saludo casi, gruño un poco, cabeza semi baja, me encierro en mi escritorio, comienza el día…

Entro a mi empresa, saludo cordial a mis empleados, alguna frase sobre el clima o el tema del momento, cabeza erguida, entro a mi oficina, puerta abierta, comienza el día…

El clima organizacional (CO) refiere a emociones, ambiente, percepciones compartidas, confianza, cooperación, respeto, identidad, motivación de mi gente cercana y todos los integrantes de la empresa.

Un clima “bueno, satisfactorio”, tiene un efecto, correlación directa con el desempeño de la gente; si el ambiente en que respiro, ese ambiente es democrático, respetuoso, de trabajo en equipo, entonces los objetivos y procesos de mi organización se desarrollaran con más efectividad, concretando los objetivos con mejor probabilidad de éxito.

Los seres humanos somos personajes distintos y con personalidades y conductas definidas, no vamos a cambiar la personalidad en mi ambiente de trabajo, pero si puedo adaptar mi conducta, ser parte de la cultura que exige la gerencia y asimilarme al clima imperante.

Las empresas en el mediano plazo irán depurando su gente para concretar la mejor correlación de cultura y por ende clima en la empresa. Es muy necesario trabajar en estos temas, un liderazgo participativo, de puertas abiertas, de dialogo, de firmeza pero usando política para esto, de no humillar algún empleado ante los demás si hizo algo incorrecto; este liderazgo es esencial para armar un CO emprendedor, de comodidad en el trabajo, de poder realizar mis tareas en un ambiente que me apoye.

Todos nuestros problemas, emociones, actitudes, desafíos, nuestra conciencia, nuestra inconsciencia, todos estos elementos los llevamos al trabajo. Siempre he dicho que todo esto queda en la puerta de entrada, y que debo ser lo más profesional en mi tarea y abstraerme de todas estos hilos de vida que tengo.

Teóricamente es muy buena esta idea, pero en la práctica no pasa…

Estoy en mi trabajo pensando en todo lo que me sucede afuera, y no puedo concentrarme, por lo tanto no rindo, o mis humores no son los mejores para participar en mi sector de la organización. De todos modos deberé hacer el esfuerzo de concentrarme en mi tarea y tratar de equilibrar mis cosas con las 8 horas que tengo adelante en mi trabajo.

Esto puede suceder si en mi empresa tengo un CO proactivo y de rendimiento, de apoyo y productividad.

Una última palabra sobre el tema: sean perceptivos, los gatos tienen esos largos bigotes para no llevarse nada puesto, para caminar por la cornisa y para tener ese equilibrio único, nuestros bigotes será tener el radar encendido, estar alerta, de escuchar y hablar menos, ser parte de la empresa, integrarse y producir en una atmosfera de respeto y trabajo.

*) Daniel Pelenur, Contador Público. Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires.

Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Finanzas y Organización.

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