“Vio al fondo, atrás del kiosco del alemán, bueno, ahí doble a la derecha una cuadra y va a ver un casa de techo verde a mitad de cuadra, ese el taller de los radiadores”.
No hay nombres de calles, no hay nombre de taller, no hay señales, no hay nada.
Así nos guiamos los uruguayos en general para nuestra coordinación, nuestra visión y nuestra comunicación. Nuestra cultura de ir yendo de a pasos, en ambientes de poca visualización, tratando de no caernos. Nuestra cultura de una muy pobre comunicación.
En nuestras empresas, la comunicación es esencial, no nos podemos guiar por “atrás del kiosco del alemán”. Para subsistir, avanzar, estar mejor posicionados en frente de mi competencia, para que mis clientes sepan que pasa, debo informar, comunicar.
La información es todo, está abrumándonos diariamente a través de tecnologías cada vez más avanzadas y potentes. Estamos saturados de información. Hacemos buen uso de ella?, probablemente no.
La comunicación es una herramienta fundamental en nuestra vida empresaria. Debemos mantener a nuestra organización en una dinámica constante de fluir de datos e información, ascendente y descendente, que todos los Departamentos y Áreas de mi organigrama estén enterados de las políticas a seguir, de los últimos datos de gestión (calidad y cantidad de información en función de la importancia y jerarquía de cada sector).
Empleados bien informados y comunicados de los últimos acontecimientos de mi gestión operativa, de los logros y los no tan logros (no usemos la palabra fracaso, es demasiado disfuncional en teoría administrativa) hacen que podamos estar presentes y actuar en función de las realidades del mercado, del contexto en general.
En Uruguay somos muy reacios a dar información, a entregarla, no confiamos en el otro que puede recibir esa data, pero estamos errados.
Cuanto más se sepa de mi empresa, de mi gente, de mi Directorio, de cifras generales de gestión, de logros y objetivos, de metas y visión, de toda la información que puedo brindar para hacerme conocer, para salir a competir, para avanzar, mayor probabilidad de éxito y apertura de mercados tendremos.
Hay que combatir ese miedo de dar información, de poner señales y carteles en las calles, no podemos seguir transitando el camino de una buena gestión casi a ciegas.
No tengo que divulgar públicamente mi objetivo para los próximos años, mi intención de crecer en tal mercado, mis números finos de gestión, pero si puedo dar información general y de buena calidad, sin tener que desnudarme ante la Administración o competencia. Como nos cuesta entender esto.
Mantengamos la comunicación constante a nuestra gente, para ambos sentidos jerárquicos, seamos abiertos y democráticos en la toma de decisiones, participen a la gente e informen de gestión. Esto da credibilidad y motivación y buen clima laboral, se traduce en mejor productividad y eficiencia en la diaria gestión empresarial.
*) Daniel Pelenur, Contador Público. Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires.
Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Finanzas y Organización.