*) Cecilia Goldaracena

Se le llama colecho a la práctica de dormir con los hijos. Compartir la cama. En ingles el término usado es “co sleep” lo que sería dormir juntos. Muchas familias comparten la cama con sus hijos, otras ponen una cama extra o cuna al lado de su cama, hay muchísimas maneras de hacer colecho en familia.

En cuanto a crianza es uno de los temas más controversiales donde el componente cultural es muy importante, ya que es una práctica sumamente común en varias partes del mundo. El colecho se practicó ampliamente hasta el siglo XIX en Europa hasta que las casas comenzaron a tener más de un dormitorio y los niños su propia cuna.

En Japón se practica el colecho hasta que los niños tienen 7 años. En la segunda mitad del siglo XX hasta el dia de hoy, hubo una gran corriente de médicos y familias partidarias de hacer exactamente lo opuesto al colecho. Poniendo al niño o bebe a dormir alejado de los padres pretendió que duerma la noche “de un tirón” y solo. Este fenómeno de pretender adiestrar a los niños a que duerman de esta manera abarca solo un pequeñísimo periodo en el tiempo si lo comparamos como siempre hemos dormido los humanos.

Los humanos dormimos acompañados. Somos mamíferos. ¿Cómo duermen los mamíferos?, juntos. En manada. Cuanto más apretados entre si mejor. El humano duerme solo entre los 5 años y los 20 aproximadamente. Una persona promedio pasa más tiempo de su vida durmiendo acompañada que sola.

A la evolución no le ha dado el tiempo de adaptarnos como especie para que nuestras crías aprendan a dormir solas tan temprano. Los bebes no duermen de un tirón, como tampoco lo hacemos los adultos. La diferencia es que nosotros no nos damos cuenta de esos micro despertares durante la noche y nos volvemos a  dormir.

Ese proceso de aprendizaje natural no es bueno acelerarlo, el niño tarde o temprano aprende a dormir solo. Cuando le da sueño, cuando lo necesita. Pero del tema entrenamiento del sueño hablaremos en otro momento. Volviendo al colecho…

El colecho es lo más natural en nuestra especie y algo que muchas familias desearían hacer más de lo que se hace. Salvo algunos casos donde los padres dicen dormir mejor sin el niño en la cama, la mayoría dicen descansar más y mejor durmiendo todos juntos.

Pero nos han convencido durante años de que eso está mal, de que “No lo vas a poder sacar más de tu cama”, o de que “ tu vida sexual con tu pareja se termina”. Entonces es ahí donde pasamos a tener casi vergüenza por hacer algo tan natural pero socialmente no aceptado. ¿A cuántas madres/padres les da “cosa” decir que sus hijos duermen con ellos?, como si estuvieran haciendo algo mal.

Es tan respetable querer dormir con tus hijos como no querer. Es siempre decisión de la familia y cada familia decidirá que prefiere hacer. Pero creo que lo triste e injusto es que dejen de hacer algo que realmente sienten y quieren por un mito implantado en nuestra cultura.

Querer dormir con los hijos es natural e instintivo así como también lo es para los niños querer dormir con sus padres. Pero por supuesto que el hecho de que sea natural no quiere decir que sea “obligatorio” o que el que no lo haga este mal. Simplemente que el que lo quiera hacer no está cometiendo ningún pecado en la crianza ni haciendo nada que perjudique su vida ni la de su hijo como suele decirse.

Yo creo fervientemente que entendiendo la evolución humana muchos mitos sobre crianza quedarían claramente sin sentido y las personas ni siquiera los creerían ni mucho menos los aplicarían. Si vamos atrás en el tiempo y vemos como se ha comportado la evolución con los bebes que duermen solos veríamos que por algo la madre tiene la necesidad de atender a su llanto y sus necesidades.

Los bebes no atendidos, los bebes que lloraban eran comidos por lobos y/o otros depredadores. Sobrevivían los bebes que estaban permanentemente con sus padres. Los que no dormían solos. Por eso el llanto es molesto y agudo. Para que rápido corramos a hacer algo para que no llore más, para que veamos qué le pasa y tratemos de solucionarlo. Es una alarma para avisarnos que algo no está bien. Atrás en el tiempo el bebe dejado solo en la cueva se lo comía un lobo o se moría de frio.

Es verdad, ya no vivimos en cuevas, los lobos no están y las casas tienen calefacción. Pero hay un detalle… un bebe nacido HOY es exactamente igual que un bebe nacido 5.000 años atrás. Solo que nace en otra cultura, pero a la evolución no le dio el tiempo de decir “Esta gente mañana madruga, las crías tienen que dormir solas y de un tirón así los padres van a trabajar mañana”, no.

Los humanos no funcionamos así. No hay ningún beneficio evolutivo por el cual el bebe humano instintivamente quiera dormir solo. Incluso hoy con todas las diferencias y comodidades que tenemos comparadas con las de los humanos más primitivos, hay mas chances de que los bebes estén mejor física y emocionalmente cuando duermen con sus padres.

El bebe que duerme junto a su madre regula su ritmo cardiaco con el de ella. Lo mismo sucede con la temperatura. Sincroniza los ciclos de sueño y reduce el riesgo de que el bebé sufra hipoglucemia. También beneficia la lactancia en esos primeros meses de vida.

Uno de los grandes miedos relacionados a compartir la cama con un bebe es la muerte súbita. Y gracias a esto es que muchos padres lo evitan, incluso varias instituciones, libros, médicos aun recomiendan NO dormir con los hijos por este motivo.

Pero la realidad es que el hecho de que el bebe duerma cerca de la madre disminuye el riesgo de muerte súbita. Hay diversos estudios que muestran que el riesgo es hasta diez veces mayor en las culturas en las que los niños NO comparten lecho con los padres.

Si el colecho reduce los episodios de apnea del sueño, el riesgo de muerte súbita disminuye también. Hay una gran confusión con este tema, muchas veces se confunde la muerte súbita con la muerte por asfixia. Son dos cosas diferentes. La muerte súbita es esa muerte repentina sin causa aparente en bebes.

Por eso hay ciertas pautas a seguir para ejercer un colecho seguro: Utilizar un colchón firme, sin acolchados pesados y tomar las precauciones correspondientes para evitar caídas. La madre que duerme de costado envolviendo a su hijo con su cuerpo en forma de “C” es físicamente imposible que aplaste a su hijo, no puede girar sobre ella misma.

Hay pocos estudios en cuanto a esto con respecto a los padres aun. Dentro de las precauciones o contraindicaciones para practicar colecho están: padres y madres con obesidad mórbida (y ahí hablamos de una obesidad al punto de no sentir el cuerpo de un bebe si giramos sobre el), padres fumadores (se recomienda que las madres y padres fumadores no duerman con bebés de menos de tres meses porque ahí sí podría aumentar el riego de muerte súbita) y padres y/madres que tomen drogas recreativas o medicamentos para dormir.

Y para aquellos que tienen miedo después de escuchar tanto, “si no lo sacas de la cama ahora no lo sacas mas”, les dejo esta cita de un pediatra que he leído mucho y comparto su manera de ver la crianza de niños y bebes no solo por la forma de trasmitirla sino por la cantidad de evidencia científica que tiene para respaldar lo que dice: “Un niño que duerme con sus padres desde un principio seguro que a los 3 años ya querrá dormir solo. Porque no tuvo que invertir los 3 primeros años de su vida intentando noche tras noche conseguir lo que tanto necesitaba”. *Carlos González.

*) Nacida en Punta del Este-Uruguay, reside en el exterior desde 2010 (Washington DC- EEUU y actualmente Cambridge-Inglaterra).

Columnista de Frecuencia Abierta (Aspen FM de Punta del Este), comenzó en 2002 y se unió al equipo nuevamente en 2011.

Doula y fotógrafa. Escribe sobre maternidad, lactancia, crianza, bebes y niños.

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