*) Cr. Daniel Pelenur

Estamos acostumbrados por condimentos de principalmente cultura, nuestras instrucciones genéticas uruguayizadas (DNA Oriental), a trabajar por IMPULSO.

En la facultad no nos enseñan este tema, viene con el trabajo, con los años, con nuestro crecimiento intelectual, emocional y productivo; pero muchas veces somos bastante anárquicos en cuestión de organizarme, planificar, delegar, armar un equipo.

Las cosas se hacen e increíblemente se llegan a resultados esperados, pero prácticamente no medimos ni la eficiencia ni la productividad de cuanto nos costó en horas y trabajo llegar a esa meta, trabajando por impulso.

Cuando generamos la idea/proyecto, nos entusiasmamos y nos tiramos a la piscina, nunca sabemos cuánta agua tiene, haremos alguna proyección financiera, eso nos dará luz verde para proseguir, y nos mandamos…

Impulso, impulso, impulso, duplicación de tareas, ineficiencia en compras, falta de dirección estratégica, falta de liderazgo, las cosas se hacen de acuerdo a lo que surge cada día, nos acordamos de temas necesarios cuando NO los tenemos; alto nivel de probabilidad de conflictividad por esta razón, “con el diario del lunes “se ven cosas que faltan, que son estratégicas/esenciales para seguir, culpas de unos y otros, caos…

Así transitamos, y no aprendemos, mediocremente vamos avanzando, pero los que usan un poco mejor las neuronas y manejan con más calidad nuestro DNA Oriental, van a estar mucho mejor posicionados que nosotros, nos van a sacar clientes, nos van a sacar mercado, y nosotros tenderemos hacia la entropía organizacional.

Algunas herramientas básicas y simples para tratar de combatir el tema IMPULSO:

1. Establezcan un líder del proyecto, NO será la persona que haga todo, será el coordinador estratégico, persona abierta y proactiva.

2. Grupo de trabajo con delimitación de funciones, tener bien claro las actividades de cada uno y sus límites de acción, a quien le tengo que pedir instrucciones y a quien se las doy.

3. Tener los recursos financieros necesarios a través de un flujo de fondos proyectado, a fin  de cumplimentar las etapas necesarias de trabajo.

4. Coordinación y Estrategia: Se debe tener un PLAN, y periódicamente se hace el seguimiento y correcciones necesarias para cumplimentarlo.

5. PLAN significa cronograma, tener una meta, saber que en Uruguay todo es más lento, que hay muchas variables que no podemos controlar que pueden atrasar nuestro emprendimiento, anticiparse a esto.

6. Buscar talento y trabajo en las personas que forman nuestro equipo. Todos son importantes.

7. Solucionar problemas, cada uno debe hacer el máximo esfuerzo en solucionar problemas, NO trasladarlo a otro, hacerse cargo, matarse por el equipo.

8. Contingencias, saber que algo puede pasar, tema financiero, tema recursos humanos, tema de proveedores y su cumplimiento, tener un plan B para TODO.

Muy importante, manejar nuestros egos y personalidades, trabajar en equipo, la suma de todos los esfuerzos, hace que el grupo/equipo gane, que gane nuestro proyecto/empresa y que podamos seguir avanzando a las otras etapas.

No nos tenemos que convertir en Adelantados o Cruzados salvadores, solucionando un problema puntual, y exteriorizando el resultado en toda la prensa, nuestro esfuerzo es parte de toda la estrategia de planificación, seamos trabajadores que cumplan su rol ya sea Gerencial de liderazgo como en las tablas, el equipo ante todo, la meta y objetivo son el punto final a llegar, no debe haber “salvadores “.

*) Daniel Pelenur, Contador Público. Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires.

Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Finanzas y Organización.

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