El Gobierno de Argentina ha dispuesto llevar adelante un proceso denominado de Sinceramiento Tributario, o blanqueo de capitales, que consiste en reconocer la propiedad de bienes líquidos e inmuebles propiedad de argentinos que no han sido declarados ante la autoridad tributaria de dicho país.
Existen muchas expectativas acerca del éxito del mencionado plan, por dos motivos: en primer lugar implicaría un espaldarazo de los sectores más adinerados de Argentina a su gobierno, una carta de confianza en su gestión; en segundo lugar, porque generaría un ingreso de capitales financieros a corto plazo (sea por el impuesto que se cobra en el momento de la declaración de bienes, sea por los títulos públicos que se han emitido como alternativa para el pago de dicho impuesto) lo cual termina siendo una buena dosis de oxígeno a corto plazo, ante tantas malas noticias que el propio Gobierno Argentino ha sufrido en el último año.
Los operadores financieros argentinos, claramente beneficiados de las políticas económicas y financieras del actual gobierno, han intentado por todos los medios promocionar y destacar las virtudes del plan. Corresponde reconocer que ha sido instrumentado por personas que conocen de la materia, está bastante bien planeado y dista mucho de ser un plan improvisado. Si de su técnica y profesionalismo dependiera, coincido con los operadores argentinos: será un éxito rotundo.
La dificultad más importante que puede enfrentar este plan es el propio historial argentino. La razón por la que se han fugado capitales en el vecino país no se ha removido. Podría haber sido ésta una excelente oportunidad para ello, pero no lo fue. Por lo tanto, no se descarta que la incertidumbre futura y clásicas persecuciones pasadas que ha llevado adelante la AFIP sean motivos para no ampararse en el nuevo proceso.
Suponiendo que el mismo sea exitoso, ello redundará en una caída del tipo de cambio real argentino, y aumento del precio de los inmuebles en dicho país. Siempre el movimiento inmobiliario en Buenos Aires genera una repercusión en Maldonado. Por lo que es una buena oportunidad para descongelar el mercado local, que ha sufrido todos los impactos financieros y económicos de Argentina de los últimos 4 años.
La presión de la OCDE y los organismos internacionales difícilmente cederá en los próximos años, por lo que se descarta la revocación del acuerdo de información tributaria firmado con Argentina. Más allá que su aplicación distó mucho de ser la que anticiparan los agentes locales e inversores extranjeros, las consecuencias del manejo que se ha hecho del mismo seguirán siendo un inconveniente no menor a la hora de realizar operaciones inmobiliarias en la zona.
Es importante destacar que a menos que se produzcan cambios sustanciales en la política económica argentina, y básicamente la política tributaria, este ingreso de capitales no perdurará en el mediano plazo. Por lo que sería una oportunidad casi única para nuestros operadores. De modo que, como estamos ya acostumbrados, en medio del esperado éxito habrá que ir pensando en cómo conectarlo con las dificultades que se nos presentarán en el mediano plazo. Así es Argentina.
*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es asesor de inversiones financieras.