*) Mauro Mendiburu Benedetto

Hace un par de semanas, mencionábamos que de cumplirse las expectativas de los agentes económicos en materia cambiaria e inflacionaria en Argentina y Uruguay, un turista argentino encontraría a nuestro destino un 17.75% más barato comparado con la temporada pasada.

Al mismo tiempo, el propio cuasi presidente de Brasil, Michel Temer, ha mencionado que le preocupa la apreciación del dólar en Brasil en términos anuales. Haciendo un cálculo similar con Brasil, de mantenerse el valor del dólar actual en Brasil, así como su tasa de inflación anualizada, nuestro destino se abarata un 11.81% con respecto a ese destino.

Las claves para que estos valores de mejora competitiva se mantengan, es el cumplimiento de la estimación del valor del dólar en nuestra plaza (y por supuesto también en los países vecinos) y la consolidación de la baja de la tasa de inflación de Uruguay.

El segundo asunto parece afianzarse, a partir del último dato del Instituto Nacional de Estadísticas que ha publicado la semana anterior. La inflación se acerca nuevamente a un dígito, situándose para julio en 10.05%, con una clara tendencia a la baja.

Pero por otro lado, el tipo de cambio a nivel local se aleja del dólar estimado al cierre de este año. El estimado por los analistas encuestados por el Banco Central del Uruguay es de $ 33,51 en promedio, mientras que el interbancario en la semana cerró en $ 28,76, por debajo del cierre de la semana anterior. De manera que se aleja del valor que estiman los analistas locales, y reduce la ventaja en competitividad anteriormente marcada.

Claramente el B.C.U. ha mostrado su preocupación en este tema, en la semana compró Usd 27 millones en el mercado cambiario para evitar una caída aún mayor del valor del dólar local. Por lo que podemos pensar que el B.C.U. no se encuentra cómodo con un dólar más barato, e intentará tomar medidas para evitarlo.

Nótese que esta actitud del B.C.U. confirma el error en el que se encontraban analistas privados y políticos opositores que reclamaban al B.C.U. dejar de intervenir a la inversa, hace apenas unos 12 meses. Si por aciertos nos dejamos llevar, habría que escuchar más al Presidente del B.C.U., menos a los analistas, y casi nada a los políticos opositores, al menos en esta materia.

Pero por otro lado, el propio Ministro de Economía Cr. Danilo Astori, ha soslayado la clara correlación entre inflación y aumento del valor del dólar. Si la inflación es el principal problema que enfrenta el Ministerio de Economía, entonces el mismo se sentirá cómodo con un dólar a la baja.

En esta puja, si la inflación local le gana a la preocupación del B.C.U., entonces la competitividad local se erosionará paulatinamente. Con expectativas aguardaremos los números de setiembre, que a mi juicio serán los determinantes en esta cuestión.

*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es asesor de inversiones financieras.

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