*) Enrique M. González Vilar Laudani

En la columna de esta semana, me gustaría hacer algunos comentarios acerca del Aborto. Sin renegar de los derechos que tiene cada persona sobre su propio cuerpo, ni conceptualizar sobre los distintos enfoques del momento de la concepción o el instante en que un embrión se transforma en persona, quisiera en esta ocasión resaltar algunas historias de gente conocida, en representación de una cantidad mucho mayor de individuos comunes, pero con experiencias similares aunque desconocidos para el mundo.

Caso Uno: Un famoso cantante hizo el siguiente relató en medio de un  concierto: “Quiero contarles una breve historia y dice así: Una joven esposa fue hospitalizada por un simple ataque de apendicitis. Los doctores tuvieron que aplicarle hielo en el estómago y al término de los tratamientos, los médicos le sugirieron que abortara al niño. Le dijeron que era la mejor solución, porque el niño nacería con alguna discapacidad.

Pero la valiente y joven esposa decidió no abortar y el niño nació

Esa mujer era mi madre y ese niño era yo. Puede que esté tomando partido por esto, pero puedo decir que fue la decisión correcta y espero que esto pueda alentar a muchas madres, que a veces se encuentran en situaciones difíciles pero que quieren salvar la vida de su bebé”.

Caso Dos: Su madre, que quedó embarazada cuando era una adolescente, en 1937, se enfrentó a la decisión de abortar y optó por tener a su hijo. El actor creció creyendo que su abuela era su madre, y consideraba como su hermana a quien era en realidad su mamá. Este hombre descubrió la verdad recién en 1974. Al enterarse expresó: "Estoy en contra del aborto. No tengo el derecho a tener cualquier otro punto de vista. Mi única emoción es la gratitud, literalmente, por mi vida".

Caso Tres: Hace unos años, esta mujer sorprendió a la prensa de la farándula al declarar que, en buena medida, le debe la vida a un sacerdote católico, que en su natal Canadá, animó a su madre a no recurrir a un aborto.

Ella, que al momento de hacer esta declaración se encontraba esperando un bebé, confesó por primera vez que su madre se sintió devastada cuando se enteró que esperaba su hijo número 14, y decidió entonces recurrir a un aborto.

Sin embargo, el sacerdote de la familia le dijo a su mamá, que no podía acabar con una vida que no le pertenecía. "El sacerdote le dijo (a mi madre) que ella no tenía derecho a ir contra la naturaleza. Por eso tengo que admitir que, en un sentido, le debo mi vida a aquel sacerdote", dijo la célebre cantante.

"Apenas mi madre se recuperó del desánimo, no perdió un solo minuto en auto compadecerse, y me amó tan apasionadamente como había amado a todos sus otros hijos", concluyó.

Caso Cuatro: En 1755, Ana María Pertl supo que estaba embarazada por séptima vez. Casada con Leopold, un músico menor al servicio del arzobispo de Salzburgo, vivían con lo justo y una nueva boca que alimentar sería la ruina. Cinco de los seis hijos anteriores habían muerto a los pocos meses de nacer. En enero de 1756 dio a luz un varón.

A continuación, los nombres de esos niños que pudieron nacer, crecer, desarrollarse y entregarnos sus dones: Caso Uno: Andrea Bocelli, músico  y cantante ciego. Caso Dos: Jack Nicholson, un actor incomparable. Caso Tres: Celine Dion, cantante que inspira. Caso Cuatro: Wolfgang Amadeus Mozart, un niño prodigio y uno de los mayores músicos de la Historia. Sin él, el mundo habría perdido mucha, mucha belleza.

¿Es válido preguntarnos qué hubiésemos hecho nosotros como padres o madres de estos niños? ¿O reflexionar poniéndonos en el lugar del bebé? Creo que sí, cada día se dan casos como estos. Pero, cada una de las personas que no nacen hoy día, podrían ser individuos únicos, frutos de una combinación especial de genes de dos seres diferentes y que jamás se repetirá.

Cada persona que nace, tiene características que los distinguen, aún de sus propios hermanos. Por esto, más allá de los derechos que te asistan, te pido que pienses, cuando te enfrentes a esta situación, cualesquiera que sean las causas, que el abortar significa que alguien no nacerá, crecerá y entregará sus dones a vos misma, a tu familia y al mundo.

Es mi deseo invitar a la reflexión en este tema. Puede ser que no estés de acuerdo con mi posición, (y debo decirlo claramente), que estoy en contra de la interrupción de la vida, salvo para los casos en que corra peligro la madre o el embarazo sea fruto de una relación no consentida, reconociendo que aun en estos casos se puede decidir continuar o no.

Podría citar muchos casos más de personas que decidieron tener a sus bebés, aunque la situación no fuese la mejor, la esperada, pero he mostrado solo algunos, para que todos nos sintamos involucrados en este tema, no solo cuando sucede, sino desde la educación en la familia, la escuela, liceo y toda institución pública y privada; y lo hago como una parte de la sociedad. ¿Qué te parece? ¿Lo pensamos juntos?.

*) Periodista (Universidad Nacional de la Matanza - Bs. As. - Argentina). Director de Seminarios e Institutos en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para las sedes Morón, Quilmes y Merlo (todo en Bs. As.).

Docente y Profesor en religión para jóvenes de 14 a 30 años. Director del Programa de Becas Educativas (FPE) de la Iglesia en Instituto SEI Merlo. Coach y Orientador Educativo en el mismo Instituto.

Todo esto fue realizado desde 1986 a 2013. Coach de Vida y Facilitador de proyectos personales (Estudios con la Licenciada Graciela Sessarego - Venezuela).

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